depositar, por el proceso de lentitud y paciencia inconcebibles que vimos en Yellowstone, las variadas y hermosas formaciones que se ve hoy.
Eran ésas, épocas de clima lluvioso con abundante disponibilidad de agua de filtración; pero hoy, el clima, como nosotros sabemos muy bien, es árido, por lo tanto no hay más agua de infiltración, y esta caverna ya no crece más, está muerta en su estado presente; y únicamente un nuevo cambio de clima a más húmedo le podría devolver su vida y su crecimiento.
Escuchamos una razón por qué no quisiéramos tener que visitar'' esta caverna en el futuro.
Hablando con uno de los guardas, nos enteramos de que es un problema grande preservar el estado prístino de esta caverna y de sus formaciones ante el alud de millones de visitantes por más cuidadosos que estén. Por ejemplo, la pelusa de la ropa de los visitantes está cubriendo poco a poco y arruinando las formaciones; y hay quien propuso encerrar las sendas transitadas por los visitantes en un corredor de plástico, en otras palabras, tener las muchedumbres enjauladas en un tubo de plástico, fuera de contacto directo con el ambiente de la caverna. Bastante repelente. Por otra parte, no más repelente que muchas otras cosas que pasan en este planeta por el exceso de gente.
Incidentalmente, el nombre de Carlsbad, de esta caverna y de la ciudad vecina, es un atropello al pueblo checo porque es el nombre germano de una ciudad checa impuesto a los Checos durante la opresión multisecular de Chequia; el nombre verdadero de dicha ciudad checa en idioma checo es Karlovy Vary - Termas Carolinas.
Y, con todo esto, ¿qué va a pasar con nuestra próxima visita, donde teníamos que haber estado esta tarde a las 14? Por ahora, es una pregunta sin respuesta. Vamos a ver.
Llegamos sin preaviso, pues, a nuestra nueva meta, el observatorio solar de Sacramento Peak, cerca de Alamogordo. Vamos a ver qué pasa.
Dentro de las circunstancias, tuvimos bastante suerte. Hoy mismo, visitamos una de las instalaciones, y muy posiblemente mañana podamos visitar las demás. Así que vamos a esperar hasta mañana para hacer el relato en conjunto.
También tenemos suerte porque estamos a una altitud de 2.800 metros, lo que significa, según parece ser la costumbre en este poniente desértico de Vespuccia, que hay árboles; de hecho, hay un muy lindo bosque de agujíferos, y estamos estacionados en una pequeña pradera enclavada, esperando, pues, hasta mañana.
Anocheció. Ultima anotación para hoy.
Estábamos cenando y escuchando la radio; una estación de habla hispana; no sabíamos de dónde provenía. Naturalmente, la primera suposición fue que era de >>>>>>>>