Los topónimos siguen bien hispanos: Ruidoso, Capitán, Nogal.
La modalidad de las iglesias es la misma que ya vimos y comentamos en la América Latina de Québec; a saber que no hay más la multiplicidad de locales que se llaman iglesias para las mil y una sectas protestantes y, en su vez, hay las iglesias más polarizantes visual- y espiritualmente de los Católicos.
Ahá, acabamos de ver nuestros primeros cebúes, de color gris. De éstos, seguramente veremos muchos.
Nos paramos un rato en el pueblito de Lincoln. Aquí, cruzamos otra vez las huellas de Billy the Kid, Guillo el Mocoso, el mismo cuya tumba vimos en su oportunidad. Es aquí que logró su famoso escape de la habitación donde lo tenían bajo vigilancia constante porque la cárcel común no se pensó que era suficiente para él - logró su escape después de haber matado sus dos guardas.
Sí, por este balcón se escapó
Estamos a la distancia que, aquí, llaman 80 millas y que, en cualquier otra parte, llamarían 128 kilómetros, de la caverna de Carlsbad.
Mientras tanto, tenemos tres perfecciones: una topografía perfectamente llana, una carretera perfectamente recta, y un clima perfectamente árido.
No hay duda de que falta menos para la caverna. Recién fuimos ametrallados, abofetados, por quizás cuatro docenas de carteles turísticos en formación cerrada sobre tres kilómetros. Nos preguntamos si no va a ser uno de aquellos lugares con mucha propaganda y poca sutileza.
Llegamos, pero ya demasiado tarde para visitar la caverna hoy.
Por las postales que acabamos de ver, nos tememos que nuestros temores estén justificados. Por lo visto en las tarjetas, no hay base para tanta fama grandilocuente; y famosa, la caverna ha de ser: el número anual de visitantes se calcula en los centenares de miles.
Nos dijo un guarda que, ahora, las visitas son individuales, cada visitante, provisto de un pequeño receptor de radio explicándole lo que ve a medida que camina; pero antes de la implantación de este sistema, en los tiempos cuando las visitas se hacían en grupos guiados por un guarda, estos grupos comúnmente constaban de la horrendosa cantidad de ... mil visitantes en cada grupo con cada guarda, una locura piramidal; o más bien abismal, en este caso.
Mañana, veremos qué es y cómo es.
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