de entradas dentro de la ladera, con sus rutas de acceso siguiendo para adentro; y sabemos que allí, en las entrañas pétreas, hay toda una ciudad de, por lo menos, 1.500 personas.

Ya varias veces, sus procesadoras le dieron falsas alarmas de un ataque ruso; empero, por suerte, hasta ahora, cada vez, se dio cuenta de que las alarmas eran infundadas antes de que cometiera lo irreparable.

Estamos en el Royal Gorge, o sea en el lugar del puente de suspensión más alto de la Tierra. Podemos decir que también estamos en el lugar de la trampa turística más alta de la Tierra. El puente de suspensión es un puente de los más bajitos y ordinarios que se pueda imaginar, salvo que, en vez de cruzar un río con el agua a solamente pocos metros debajo del nivel de las riberas, cruza un río con su agua a varios centenares de metros debajo del nivel de las riberas, o sea que cruza un cañón, y bien angosto. De tal manera, cualquier puente de los más miserables se podría volver el más alto de la Tierra con cavar debajo de él una zanja suficientemente profunda. A ver quién quiere cavar debajo de su puente local una zanja de 316,51 metros de profundidad en vez de los 316,50 de éste y hacer su puente el más "alto" de la Tierra.

El royal Gorge

Así se nos terminó el día de hoy. Está anocheciendo. Nos resguardamos para dormir, al costado de un camino con una linda vista, y que esperamos que resultará tranquilo.  Mañana, seguiremos viaje hacia el pueblo de Pueblo.

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Esta mañana, nos despertamos al zumbido de un tráfico ininterrumpido en esta carretera, anoche tan tranquila. Explicación: un par de kilómetros más lejos, hay una fábrica, y el intenso unidireccional tráfico matutino es no más que todos los obreros yendo a trabajar, cada uno, solitario en su propio coche.

Cuánto desgaste de nafta, de cubiertas, de mecánica, cuánta contaminación, en vez de tener un sistema de transporte público eficiente. Y sin siquiera que sea ello un indicio de un nivel adinerado de los obreros; al contrario - según comentado ya, creemos, en otra oportunidad - es, muy a menudo, cada coche una hipoteca ambulante para su dueño, que sangra al dueño, pero que el dueño no puede evitar porque, sin él, simplemente no tendría manera de llegar a su empleo. Cuántas veces hemos visto gente comprar nafta literalmente de a pocos litros, porque no podía pagar más a la vez.

Estamos viajando, ahora, hacia el pueblo de Pueblo.

De repente, desaparecieron todas las sierras, estamos en terreno llano - y árido.  En Pueblo, tenemos que visitar una gran empresa metalúrgica donde >>>>>>>>