haber sido caminando; pues, fue nadando. Pues, tiene que haber habido >>suficiente agua para nadar.
- ¿Y las pisadas?
- Tiene que haber sido en otro momento, con suelo sólo húmedo o con poquísima >>agua.
Así se va reconstruyendo la génesis de estos rasguños misteriosos y de estas pisadas tridactilares petrificadas que cualquier ojo desprevenido no puede no interpretar como pisadas de algún pájaro desmedido.
Un aspecto periférico de las huellas, pero quizás todavía más asombroso que las huellas mismas, es la perfecta concatenación de casualidades que fue necesaria para que estas huellas se formaran y quedaran para la posteridad:
1) el barro donde pisaron los dinosaurios tuvo que tener justo la consistencia exacta - bastante blanda para que tomara la impresión pero bastante dura para que la guardara fielmente; luego,
2) el barro adicional que, eventualmente, llenó las pisadas, como moldes, tuvo que aparecer ni demasiado temprano, para que no se confundiera con el barro de las pisadas, ni demasiado tarde, para que la impresión no se deteriorase mientras tanto por erosión u otra causa de destrucción; y este barro de relleno tuvo que tener la consistencia perfecta - o sea bastante chirla para llenar fielmente cada rinconcito de la impresión, pero bastante substancial para resistir cualquier influencia destructiva antes de que se secara; y,
3) después de la combinación anterior, hizo falta que ambos barros se transformaran en piedra, por compresión, pero sin nunca perder, cada uno, su individualidad, bajo la protección de otras capas geológicas posteriores.
Muy interesante.
Hoy en día - prueba de que los mil y un rincones del globo terráqueo siempre van cambiando - estas antiguas ciénagas son una Loma Rocosa (Rocky Hill) según la describe su propio topónimo.
Y ahora, camino hacia una base de submarinos que está, creemos, en el puerto de Groton; tenemos que apurarnos porque ya es tarde, y hoy es el único día cuando podemos visitar esta base - si no es hoy, nunca será.
Por fin, camino secundario; donde incluso se puede esperar alguna posibilidad de parar.
A pesar del apuro que tenemos, dos veces nos detuvimos para fotografiar unos hermosísimos follajes ... pero, otra vez, la hermosura estática no refleja la hermosura dinámica. Ninguna fotografía puede dar la impresión cabal, de la sucesión siempre cambiante, del efecto visual cumulativo, de la policromía de las hojas, a medida que se va progresando a su largo.