Y la fragancia a madera adentro, en cualquier idioma, es muy agradable.
La iglesia (sin la fragancia)
Un rasgo característico que realmente le da a esta capilla un sello de los tiempos viejos de Europa, es una pequeña ventanilla cortada en la pared, del lado derecho del altar, y que era el orificio por donde podían seguir los oficios religiosos los leprosos porque les era prohibido mezclarse con la otra gente.
En cuanto al museo sioux, es un edificio de relativa importancia, considerando lo que esta ciudad es, o mejor dicho no es; pero, adentro, no hay nada que no sea lo más común y trillado, nada de chispa iluminadora; lo único que sale de lo común es unas acuarelas por un Sioux contemporáneo. Habría que ver qué hay en el museo sioux en la reserva de Rosebud, un poco más al este, aquí mismo en Dakota del Sur, porque este museo, en Rapid, no es realmente un museo sioux con temas sioux sino un museo del gobierno federal con temas sioux.
Y la verdad es que la nación sioux recibe, en este museo, más insulto que otra cosa porque resulta que, por pura coincidencia y casualidad, una mitad del edificio está ocupada por una muestra de - ¿de qué? - de los eufemísticos "pioneros" del oeste, de aquella gloriosa quinta columna de usurpadores que fue la primera en infiltrarse en tierras ajenas para preparar el terreno y los pretextos al gobierno vespucciano en la justificación de sus atropellos armados. ¿Quién tuvo la idea de poner la víctima y el victimario bajo un mismo techo?
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Después de pasar la noche en las afueras de Rapid City, vamos a volver a la ciudad; otra vez al museo.
Hablamos con el encargado para expresarle nuestra opinión en cuanto a la parte de los pioneros, diciéndole que si nosotros fuéramos Sioux nos enojaría. El nos contestó que sí, perfectamente, y que los Sioux están enojados; que, cuando ellos empezaron el museo, dicha ala del edificio no existía, que fue construida posteriormente por el gobierno para albergar la parte de los pioneros, y que, ahora, el gobierno los quiere sacar a los Sioux por completo para dar el edificio entero al museo de los "pioneros".
Por otra parte, nos enteramos de que los artículos de artesanía sioux que se vende a los turistas tienen un defecto similar al de los vendidos como navajos tradicionales: uno de sus elementos más importantes, cuentas de vidrio, está importado de Chequia. Lo que los Sioux hacían tradicionalmente, hoy, en la práctica, no lo pueden hacer porque lo hacían con cuero de búfalo, con plumas de águilas y de otras aves, todos, elementos carísimos o ilegales hoy en día.