y 570 millones - de años; fue, para esta región, una época, pues sí, de otro mar más, con sus depósitos de arcilla y de arena en donde algunas formas de vida marina primitiva lograron la inmortalidad de sus fósiles, incluyendo los tan inevitablemente citados trilobites.
Cuenta su historia la capa 18, y última.
Por fin, alcanzamos el fondo de los tiempos geológicos, la vaga época vagamente llamada pre-cámbrica, extendiéndose vagamente de hace alrededor de 1.000 millones de años para atrás.
Con la aventura de concebir 1.000 años transcurridos y acumulados, luego re-concebidos 1.000 veces seguidas, y este complejo de 1.000.000 de años, una vez acumulado, a su vez re-concebido en cada detalle, sus propias 1.000 veces.
Epoca pre-cámbrica, de la cual se sabe, con certidumbre, solamente que dejó una profundidad de casi 5 kilómetros de roca - la que era, en aquellos tiempos, la superficie misma de la zona, pero es, ahora, la base debajo de las 17 capas sedimentarias posteriores que ayer y hoy acabamos de encontrar.
En lugares donde todas estas capas no forman afloramientos sino donde están unas sobre las otras, las 17 capas más recientes cubren la capa básica pre-cámbrica de un espesor total de unos 4 kilómetros.
La capa pre-cámbrica no tiene ningún vestigio de ningún tipo de vida, aun primitiva, en esta región.
Acabamos, pues, de hundirnos en el equivalente, de 9 kilómetros hacia el centro del globo terráqueo y de mil millones de años hacia el pasado, con tan sólo recorrer 48 kilómetros horizontales cruzando la superficie de estos dieciocho afloramientos.
Sí, 9 kilómetros de los 35 kilómetros de espesor de la corteza terrestre; 1.000 millones de años de los 4.500 millones, 5.000 millones, de años hacia el nacimiento mismo de nuestro planeta.
Qué tremenda ilustración de la realidad y de las dimensiones físicas y temporales de la vida secreta del globo terráqueo; en cada kilómetro cuadrado todo alrededor del globo.
Apenas salidos de la experiencia anterior, nos encontramos, ahora, en los primeros kilómetros del Flaming Gorge, o sea de la Quebrada Llameante.
Por alguna razón sin mucha razón, desde el momento cuando leímos este nombre por primera vez, nos resultó la imagen de paredes con sinuosidades verticales. Pero ayer o anteayer, sin duda por todo lo rojizo que vimos últimamente, nos pareció evidente la idea de que sería una quebrada con paredes rojizas. Empero ahora vemos que ni en una presunción ni en la otra teníamos razón. Se trata, a >>>>>>>>