Volviendo al sitio de Mesa Verde - topónimo original castellano pronunciado por los Anglos algo así como Mesa Verdi - faltan dos anotaciones, sin importancia, pero de las cuales nos querremos acordar.
▪ Es increíble el gentío que desfila a lo largo de las ruinas. La mayoría del tiempo, las ruinas parecen más bien un paseo, un domingo a la tarde, que un sitio arqueológico; es difícil concentrarse en lo que uno está realmente observando, en la vida de antaño que uno está tratando de recrear mentalmente; felizmente, la muchedumbre tiende a moverse en rebaños y sin detenerse mucho, así que, de vez en cuando, con paciencia, a veces mucha paciencia, ocurre un momento de bienvenida soledad creativa.
O un encuentro como éste
▪▪ Del punto de vista fotográfico, tuvimos, como previsto, momentos nublados y momentos soleados, y descubrimos que el Sol no es necesariamente el mejor amigo del fotógrafo; en este caso de ruinas de colores pálidos, lavados, los rayos solares directos reducían todo a una masa amorfa, y peor todavía cuando las ruinas estaban cortadas en dos manchas, una, lavada por el Sol y la otra, obliterada en la sombra de los aleros; así que, al contrario de lo que pasa por lo general, tuvimos que esperar pacientemente los momentos sin Sol.
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Estamos viajando de Cortez hacia el norte, hacia nuestra próxima meta, el Arches National Park, o sea parque nacional Los Arcos.
Dos comentarios.
La ciudad de Cortez - escrito así y no Cortés - a juzgar por sus programas de radio, es otro de los muchos desiertos culturales. El único rasgo de interés es que, de vez en cuando, el idioma inglés está sustituido por un idioma que no entendemos pero que, en buena lógica, debe de ser paraborigen; cuál, no sabemos - únicamente se puede tener presente que, no lejos al sur de Cortez, y envolviendo la mitad del perímetro de la zona arqueológica de Mesa Verde, se extiende la no desdeñable superficie del campo de relegación de los paraborígenes Utes.
Cuando nos acercábamos a Cortez desde el oeste, lo único que se veía era el consabido paisaje árido; cuando nos alejábamos, luego, de Cortez hacia el este, en camino a Mesa Verde, el mismo paisaje de aridez; pero he aquí que, apenas salimos de Cortez hacia el norte, por todos los lados es puro campo, todavía con interrupciones rocosas y sin mucha exuberancia, pero campos al fin.
Alejándonos de Mesa Verde y de Cortez, nos estamos alejando de una zona de peligro radioactivo más peligroso que un peligro concreto porque es un >>>>>>>>