había prometido regresar, y cuyo regreso, generación tras generación, esperaban; un dios, en todas las tradiciones, con barba, lo que más que cualquier otra cosa sugiere, hasta impone, un origen extra-continental; la aúnan y fortifican con la innegable acumulación de casos cuando paraborígenes, de diferentes lugares y sin relación entre sí, equivocaron brevemente los primeros Españoles por el "dios blanco" con su comitiva regresando.
Ese dios blanco recordado y aguardado hasta tenía un nombre, aun cuando diferente en diferentes lugares: Quetzalcóatl, en Cholula y otras partes de México; Votán, en Chiapas y otras partes de América Central; Kukulkán, entre los Mayas; Gucumatz, entre los Quichés, en Guatemala; Viracocha, en Perú; Con Tiki, y también Illa Tiki, y también Tuapaca, también en Perú; Bochica, entre los Chibchas de Colombia; Sume, en Brasil.
Y los casos más famosos de equivocación por los paraborígenes precolombinos de los Españoles por el retorno del dios blanco, con la consiguiente paralizante incertidumbre en cuanto a qué esperar y qué hacer, son aquellos de Moctezuma en México, y de Atahualpa en Perú.
2. En cuanto a la poligamia.
.) Feliz circunstancia fue que los Mormones hayan sentido que su poligamia ya no era esencial coincidentalmente con la exigencia del gobierno federal vespucciano que desistieran de su poligamia como condición imperativa de la aceptación por Vespuccia de Utah como estado.
.) No es imposible encontrarse con rumores de que todavía hay Mormones en poligamia religiosa.
3. No menos interesante que todo lo demás fue la explicación que - felizmente - nos libró de la vagamente desagradable incertidumbre en cuanto al sentido de las tres últimas palabras en la denominación oficial de la Iglesia Mormona, The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, las palabras "Latter-day Saints" algo como Iglesia de "Santos de Nuestros Días", lo que nos parecía incomprensiblemente inmodesto.
Descubrimos que Saint/Santo, en esta denominación, no tiene el significado habitual católico de santidad sino el significado que tenía en el vocabulario del apóstol Pablo, de "convertido a Cristo" - o sea, en esta denominación, el significado de Iglesia de los Convertidos a Cristo en Nuestros Días.
Muy bien. Qué alivio. Pero ¿no se podían haber ahorrado semejante perjudicial, inevitable, confusión?
Además, si "Santos de Nuestros Días" es sinónimo de Convertidos a Cristo en Nuestros Días y es sinónimo de Mormón, entonces, cualquiera que "en nuestros días se convierte a Cristo", en cualquier rama cristiana que sea, es un Mormón ...