5 herraduras; y el caudal, los buenos geólogos lo ponen a 40 Niagaras - ya que, aparentemente, el Niagara se ha vuelto "un niagara", o sea una medida vespucciana de medir todo lo atinente a cataratas.
Sin embargo, estamos notando algo raro, a saber que no hay marcas de un terreno lamido por aguas, como sería lógico ver en un antiguo lecho de río; y a saber que la arista de conexión entre la parte alta y la pared vertical de las cataratas es demasiado angular, sin el menor indicio de haber sido sometida a erosión.
Tuvimos la suerte de hablar con otro entendido lugareño en esas cosas. Nos dijo algo que nunca habíamos visto en referencia a estas antiguas cataratas, y que no está mencionado, ni siquiera sugerido, en los varios carteles explicativos colocados en el lugar; a saber que, cuando se habla de cataratas, no se habla, como sería lógico presumir, de cataratas permanentes sino de unas cataratas - gargantuas, sí - pero que se calcula que duraron entre ... una y dos semanas solamente ...
Tiempo para tratar de encuadrar esas asombrosas cataratas desecadas - incongruamente a la vez gigantescas y tan efímeras - y también el cañón de Grand Coulee mismo, y todo el ambiente, en el contexto de la génesis doblemente titánica de esta región, según lo cuentan los geólogos; y tiempo, a la vez, para destacar lo extraordinario del caso, según lo vislumbró como hipótesis un geólogo en los años 1920, y según lo estuvieron comprobando, investigación por investigación, vestigio por vestigio, muchos geólogos a lo largo de los cincuenta años siguientes, hasta confirmar la visión original: una sabia, premeditada, estrategia, maniobra por maniobra, en procura de un cataclismo final.
En un Prólogo, cinco Maniobras y un Epílogo.
* Prólogo.
Algún mar, alguna sedimentación, primevos. La habitual, repetida, alternación de elevación y erosión de montañas.
* Maniobra I.
Muchas decenas de derrames de lava; en la época miocena del Terciario, o sea entre 30 millones y 10 millones de años atrás; a veces en apurada sucesión, a veces con intervalos de decenas de miles de años de quietud, a veces de pocos metros, a veces de centenares de metros, de espesor; siempre con alta fluidez, de manera que la lava se expandía casi como agua, en capas prácticamente horizontales y prácticamente de mismo espesor en cada capa.
Con el resultado de ir rellenando - inundando se podría decir - los valles de la topografía anterior; aumentándose el espesor como agua subiendo hasta dejar solamente las partes más elevadas de la topografía anterior en descubierto, a manera de islas en un mar de basalto; llegando así a un espesor - o una >>>>>>>>