Y en medidas cúbicas, el tormento va a la tercera potencia.
>♦< Qué mundo más asombroso. ¿Podría ser más asombroso en otro planeta? No nos podemos imaginar cómo podría serlo. Pero sabemos que puede ser aún más asombroso en este planeta. Porque este asombro conceptual y aritmético está enmarcado en un asombro social.
Resulta que en esta sociedad, de la cual no se puede no saber que es democrática porque así lo sigue repitiendo de sí misma ad nauseam, no todo el mundo sino solamente las masas están enredadas en la maraña susodescrita, mientras la tenue crema y nata de los altos científicos disfruta de la simplicidad de manejo, de la elegancia intelectual, del sistema métrico-decimal.
La dicotomía, el extrañamiento, es tal que cuando los científicos llevan algún dato de interés general a las masas, tienen que traducir sus elegantes y diáfanas medidas en las medidas insensatas para que las masas las entiendan - lo que incluye la traducción de los racionales grados centígrados Celsius/ Christin en los absurdos grados Fahrenheit para que las masas lo entiendan.
Y no así terminan todos estos asombros. Hay otro asombro más, de coronilla.
Resulta que el estancamiento de las masas vespuccianas en su atascadero medicional, y por ende aritmético, existe lado a lado con el sistema métrico-decimal de la nobleza intelectual, por plebiscito de las propias masas.
Resulta que, en la década de 1970, el gobierno vespucciano decidió poner el país a tono con la comunidad de todos los demás países en cuanto al sistema métrico-decimal - o sea, para ver la cosa en su perspectiva histórica, decidió hacer en la década de 1970 lo que Europa ya había estado haciendo en la década de 1790 - y armó una gran campaña simbolizada por el lema "Go metric" o "Be metric" - incidentalmente, sin preocuparse de que el sistema métrico es una cosa y el sistema decimal es otra cosa; pero las masas vespuccianas plebiscitaron en contra del esclarecimiento, simplemente ignorando el esfuerzo - nos seguimos preguntando si por incapacidad intelectual, o por patriotismo, o por pavor ante lo que vieron apareciendo en los envases, como ser:
128 fl.oz. (1 gal.) 3.785 liters
1 liter 33.8 fl.oz. (1 quart 1.8 fl.oz.)
15 oz. net wt. 425 grams
De manera que, hoy en día, Vespuccia sigue siendo parte del último trío de países donde todavía se utiliza la susodetallada absurda aglutinación de fósiles medicionales y por lo tanto de retorcida aritmética, en la buena compañía de Liberia y de Burma - a no ser que uno u otro o ambos estos países ya se hayan modernizado últimamente, dejando a Vespuccia sola, lo que no sería tan sorprendente, sin que nosotros lo supiéramos.