Ya en estos primeros kilómetros, es evidente que esta nueva porción del llamado Paseo de los Ventisqueros - o sea desde el campo de hielo Columbia hacia el sur - es mucho más elocuente y espectacular que lo que vimos ayer, viniendo de Jasper. Es tan agradable esta sorpresa que hasta estamos dispuestos a olvidarnos del tráfico. De hecho, inclusive, los carteles viales han tenido la decencia de desaparecer; será probablemente porque pasamos de la jurisdicción del parque Jasper a la jurisdicción del parque Banff.

El tiempo sigue inestable, con el consiguiente elemento adicional de interés en el panorama - por las nubes y los finos toques de neblina dándole al panorama, de cierta manera, más profundidad; lo mismo que sucedió en el Gran Cañón del Colorado.

Hemos llegado a una bajada importante. Desde este punto, antes de iniciar la bajada, vemos la carretera a varios centenares de metros debajo de nosotros, casi en vertical; habrá que llegar de este lugar a aquel lugar por medio de una gran vuelta. Debe de ser éste un lugar de interés estructural, porque hay aquí un puesto de información geológica de los servicios del parque - otro caso de esmero y de eficiencia con los cuales los parques nacionales, y otros, de Canadá y de Vespuccia, se empeñan en interesar y educar al público visitante.

Así, aprendimos que las crestas que nos dominan son las más jóvenes de todo este Paseo de los Ventisqueros, solamente unos 350 millones de primaveras, y que las capas geológicas que formaban la superficie del terreno en Jasper, aquí se encuentran a ... ocho kilómetros de profundidad debajo de estas crestas nuevas, pero reemergerán más al sur, en la vecindad del lago Louise.

Seguimos hacia el sur. El paisaje continúa muy interesante. Sus formaciones geológicas son un verdadero libro en la materia. Su belleza incluye, de vez en cuando, espesas capas de nieve en vía de glaciación, inclusive, a veces, con lenguas de hielo bajando cierta distancia en forma de mini-ventisqueros; así que, en este trecho del Paseo de los Ventisqueros, la denominación por lo menos tiene un justificativo.

Además, en varios lugares de la carretera, sigue habiendo placas alusivas explicando los rasgos del terreno cada vez que éstos se lo merecen. En el mismo orden de cosas, no es inhabitual encontrar, en las carreteras de Alberta en general, placas desta cando un hecho histórico de importancia, por lo menos para Alberta.

Lago Peyto

Con toda la actividad desde esta madrugada, ni a Banff llegaremos hoy, y mucho menos a Calgary, como lo pensábamos.  Mañana será pues.

Ah, ya nos habíamos olvidado de que una razón accesoria de este atraso es que Karel, dos veces hoy, tuvo que hacer de mecánico; en un caso, notó una pérdida de agua en el motor, encontró que era un caño de la calefacción aflojado; y en >>>>>>>>