Y, para agregar al cuadro progresista de esta zona apartada del continente americano, apartada para quien no vive aquí, acabamos de ver lo que debe de ser una escuela modelo para camioneros: con varios camiones, todos pintaditos de la misma manera, creando como si fuese un ballet bien coreografiado en un solar marcado con toda clase de carriles y combinaciones de carriles, y sembrado de toda clase de obstáculos representados por vallas y tanques, pintados de los mismos colores que los camiones.

O sea que todo lo que vimos hasta ahora de esta zona parece muy positivo.

Niños esperan su colectivo escolar.

Cerca del pueblo de Truro; y hasta ahora, las estadísticas de macromareas no se han hecho palpables para nosotros a pesar de que se vea mucha publicidad al respecto - hasta tienen una calle llamada Tidal Bore Road, o sea Camino de la Barra Marina. Y lo tomamos, y nos llevó a un riacho tan activo como una babosa. Quizás era la pleamar.

Veamos desde el otro lado, el lado sur del brazo.

Una incógnita que solucionamos es el color rojizo del pavimento. Nos dimos cuenta de que dicho color viene simplemente del color de la tierra misma de esta zona.

Ya hace rato que estamos viajando por el lado sur del Minas Basin, pero, por ahora, nada.

No importa: no sabemos si jamás veremos las famosas mareas, pero ahora, por lo menos tenemos otro tema de interés, tenemos el lujo de viajar por serranías de Escocia y de Escandinavia sin haber dejado el continente americano.

Y no se trata de una  manera de hablar, de una similitud  externa  solamente,
                                          
      sino que realmente estas serranías
      de Nova Scotia y las  serranías de 
      Escocia y de Escandinavia eran, en 
      un tiempo ido, una  sola cadena de
      sierras, antes de la separación de
      los  continentes en  el continente
      europeo y en el continente que iba
      a volverse el norte de América.
     

      Aun hoy en día, los continentes (y
      las serranías) siguen separándose.