^ Hemos visto departamentos pintados repetidas veces, cada capa de pintura nueva, sobre las capas viejas, sin raspar ni siquiera limpiar las capas viejas, cada capa agregando su horrible mano de obra a la anterior, resultando en un departamento nominalmente recién pintado pero, en realidad, en un trabajo de chanchería - y a la gente, no le importa.
^ O, hablando de pintura, hemos visto, y tenemos fotografías de ello, marcos de ventanas pintados por dentro, y con la pintura chorreada sobre la faz externa de los marcos, pero esta faz dejada sin pintar, de manera que un gallinero tendría que tener más prolijidad.
Todo ello, como ya dicho, más bien en Vespuccia que en Canadá.
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Hoy, tuvimos otra entrevista en la televisión; esta vez, en una estación de la cadena televisiva canadiense comercial. Hicieron un programa en dos partes que van a difundir el sábado y el domingo venideros, cuando, naturalmente, nosotros ya no estaremos aquí. Es esto, en realidad, solamente el símbolo de lo que pasa siempre: como nosotros casi siempre seguimos viajando sin pausa, casi nunca podemos ver o escuchar el resultado final de nuestras entrevistas, ya sea en los diarios, la radio, o la televisión.
También fuimos a pasear caminando por Edmonton, la única ciudad de corte moderno donde se nos dio esta gana.
No se puede comparar Edmonton, por supuesto - como ninguna ciudad llamada moderna se puede comparar - con una ciudad de verdad, con sus avenidas que son avenidas, con sus calles que son calles, con sus jardines, sus plazoletas, sus estatuas, sus fuentes; pero dentro del estilo llamado moderno de acumulación urbana, Edmonton ofrece la mayor variedad visual que hayamos visto hasta ahora; todo, dentro de un perímetro a escala humana que se puede recorrer en cualquier sentido a pie sin más esfuerzo que una simple caminata. Se entiende que se trata del núcleo activo, porque los barrios dormitorios son áreas bien distintas del centro de la ciudad, a donde no se puede llegar fácilmente sino por algún medio de locomoción.
Murales en una plazoleta
La variedad visual se debe esencialmente a la variedad de formas de los edificios, todos modernos por la simple razón de que, hace dieciocho años, ninguno de ellos existía todavía.
Unos edificios
Los edificios tienen perímetros de casi todas las formas que se encontraría en un libro de geometría, y de otras formas también; tienen alturas bastante variadas; por la variedad misma de sus formas, no están pegados los unos a los otros; la relación de largo a ancho a alto, o de diámetro a alto, es bastante >>>>>>>>