que tampoco se puede hacer sino en pleno invierno, cuando todo está duro por congelamiento, para poder pisar en el terreno.
⇒• Para este trabajo, se utiliza camiones que son toda una novela: tienen una capacidad, por volumen, de 13 metros cúbicos, y por peso, de hasta 170 toneladas; tienen cubiertas de 3 metros de altura y se tragan 225 litros de combustible por cada hora.
Aunque el casco agregue algo de altura, ¡qué pequeños!
⇒• Luego, hay que remover los sedimentos geológicos más recientes, o sea una capa de rocas, tosca, arena, grava, de entre 8 metros y 18 metros de espesor, sobre centenares de hectáreas, para, finalmente, poner a descubierto las arenas bituminosas: por cada dos toneladas de arena bituminosa que se moverá luego, hay que remover primero una tonelada de estos sedimentos más recientes. La rapidez de remoción de estos sedimentos más recientes es de 50.000 toneladas por día, cada día del año.
⇒• Para excavar y cargar en aquellos camiones semejantes cantidades, se utiliza excavadoras que son toda otra novela, y son las que se utilizará también para excavar y cargar la arena bituminosa: cada excavadora pesa 1.640 toneladas, se yergue más alto que un edificio de 10 pisos, su rueda de cubos para excavar tiene un diámetro de 9 metros y se encuentra en la punta de un brazo de 48 metros de largo - casi la mitad de una cuadra - brazo que se va moviendo en un arco de 120 grados; y semejante monstruo no es lerdo: carga aquellos camiones de 170 toneladas a razón de un camión cada ... 35 segundos; los camiones esperan en hilera uno al lado del otro y no se pierde ni un segundo.
⇒• Luego - por fin - le toca el turno a la arena bituminosa misma, pero no sin un paso previo - por lo menos para las operaciones en invierno: resulta que la arena bituminosa congelada - y aquí, en invierno, las frioturas oscilan entre -30 y -50 grados centígrados - se vuelve más dura que hormigón, más dura que granito, así que hay que ir aflojándola por medio de explosiones.
Entre una cosa y otra, lleva, así, cuatro años antes de que se pueda empezar a hacer lo que realmente se quería hacer, excavar la arena para su procesamiento.
El grado de impregnación bituminosa no está parejo; una impregnación de 5/oo es muy pobre y no vale la pena de ser trabajada; 8/oo ya es aceptable; y a veces llega a 16/oo, que es excelente. Es en esta mugre de 16/oo que tratamos de encontrarnos un camino nosotros durante nuestra visita.
Cuando, por fin, le toca el turno a la arena bituminosa misma, las excavadoras la sacan y la cargan, no en camiones sino en correas transportadoras a razón de nada menos que 120.000 toneladas por día. El sistema de correas de transporte que acarrea la arena a la planta de procesamiento tiene un largo de unos 10 kilómetros y la correa transporta su carga a una velocidad de 20 kilómetros por hora.