La somorguja juntaba el desayuno de su somorgujito; mientras éste estaba ocupado tragándose su bocadito anterior, la somorguja se alejaba en busca de un lugar adecuado, donde desaparecía dentro del agua; así las cosas, el somorgujito - su bocadito ya tragado - se apuraba hacia el lugar de desaparición de su madre y allí se detenía a la espera de los acontecimientos; y cuando la madre reemergía - naturalmente, en un lugar totalmente diferente, porque se había quedado dentro del agua hasta un minuto entero - el somorgujito se lanzaba en una navegación desesperada hacia su madre, o mejor dicho hacia su próximo bocadito. Y así se repetía el ciclo. Animales no solamente tienen formas, también tienen comportamiento.
Uno de los muchos hongos de la zona
Nos estamos acercando al pueblo de Spirit River; es ésta una zona totalmente agraria; hay océanos de trébol y cereales; los cereales, más bien bajitos y todavía verdes, ahora ya casi a mediados de agosto; el trébol, exuberante.
No más bosques, ni siquiera en manchones. Vencieron los cultivos. Y así estamos encontrando, ahora, las subsecuentes etapas lógicas de utilización de la tierra:
… con tantos cultivos, hace falta torres y otros edificios de almacenamiento >>de las cosechas;
… por esta necesidad, tierras de cultivo van siendo desplazadas, a su vez, por >>espacios para construcciones;
… hace falta lugares para estacionar camiones que transportan las cosechas; y >>más lugares, para guardar todos los implementos mecanizados necesarios para >>trabajar la tierra, cuando no la trabajan; y así van desapareciendo más >>extensiones de ex-cultivos que, ahora, ya no van a dar ni oxígeno ni comida.
Con tanto trébol, Božka se extrañaba que no hubiese colmenas. Como para darle la razón, empezamos a ver colmenares. Cada colmenar, con no muchas colmenas, quizás sólo 12 a 18, pero, muy sorprendentemente, cada colmena, con seis alzas de las grandes, verdaderos rascanubes melíferos.
No necesitamos que alguien nos explique los misterios de la apicultura. En otros tiempos, teníamos nuestras 100 colmenas y Božka era la apicultora que producía jalea real para uso en productos cosméticos; todo aquello, de colonias artificialmente huérfanas, o acéfalas, cómo se lo quiera llamar, de celdas reales, y todo lo demás, ya lo sabemos.
No pudiendo resistir la tentación, nos detuvimos para ver un colmenar de cerca. Enseguida, Božka vio que no son de las abejas rubias, o sea de las relativamente mansas, sino de las oscuras, o sea agresivas; en menos de un santiamén, Božka recibió dos aguijones; felizmente, con el viejo remedio de un poco de barro, no tiene mucha hinchazón y no le duele demasiado.
El colmenar
Mientras tanto, hemos cruzado de Alberta, otra vez a British Columbia. Pero estamos en Colombia Británica solamente de manera nominal porque, Dawson Creek >>>>>>>>