indentada de los coníferos. Tenía un hermoso color naranja amarillento, casi como si fuera iluminada por dentro.
Se nos ocurrió que podría resultar interesante tomar una fotografía de varios minutos, teniendo como resultado una franja del color y del grosor de la Luna, con los perfiles de los árboles recortados como sombras a lo largo de la franja; pero, si bien era la medianoche pasada, había demasiado mosquitos, y el fotógrafo no se sintió el alma de un mártir.
El otro fenómeno nocturno, o sea la luz-diurna-de-noche, sigue vigente; todavía no se puede ver las estrellas, y sigue un acto de fe creer que están allí arriba. Hace dos o tres días, manejamos unos kilómetros para cambiar de lugar para la noche, a eso de la medianoche, y lo pudimos hacer perfectamente sin prender los faros. Pero se nota que, poco a poco, la luz-diurna-de-noche está perdiendo su energía.
Hoy, las noticias de América Central siguen malas. Vespuccia despachó otra fuerza naval hacia la región, y anunció que va a incrementar grandemente sus operaciones secretas contra Nicaragua. No entendemos cómo se puede anunciar de antemano operaciones secretas, pero así fue la noticia.
Mañana, si Dios quiere, vamos a volar a la base de Resolute.
Son las 22. Todavía se ve el disco del Sol, acercándose al horizonte; el cielo está despejado; con tan sólo unas poquísimas nubes pintando un cuadro de tranquilidad; no hay viento; un tiempo de serenidad. Vamos a ver si nos acompañará mañana.
Después de habernos enterado, hace unos años ya, de un movimiento de los que, entonces, llamábamos Esquimales, pero que ahora sabemos que son Inuitas, para unificarse en una unión inuita circumpolar, ahora da la casualidad que estamos en los Northwest Territories justamente cuando los Inuitas celebran su conferencia pan-inuita. Están reunidos en Frobisher Bay, en el Alto Artico. Vinieron de Alaska, Canadá, y Groenlandia; los de Siberia no pudieron venir.
Lo sabemos porque, hasta hace un ratito, escuchamos, por la Canadian Broadcasting Corporation, un programa de tres horas, dedicado exclusivamente a este acontecimiento, gran parte, en los idiomas nativos directamente, y parte, por intérpretes. Resulta que los Inuitas serán un solo pueblo pero tienen cinco idiomas - tres, en Alaska, uno, en Canadá, y uno, en Groenlandia - y suficientemente diferentes entre sí como para necesitar, como ya dicho, intérpretes.
Entre otras cosas, quieren re-establecer escuelas en sus idiomas nativos, porque, hasta ahora, sus niños estaban mandados, a la fuerza, a escuelas puramente blancas donde estaban cortados de sus idiomas y tradiciones >>>>>>>>>>>>>>>>