un gran cartel de chapa hexagonal con imperativas letras rojas ordenando PARE, cuando se desencadena el relampagueo de toda una batería de penetrantes luces rojas, tanto hacia adelante como hacia atrás, cuando todo tráfico en ambas direcciones se detiene a reverente distancia, cuando se abre la puerta del ómnibus escolar, y cuando, de él, emerge, en una aureola de ridiculez, - un adulto, un solo adulto. Cómo es que no tiene vergüenza el adulto; cómo es que no tiene vergüenza el sistema. ¿No podría un ómnibus escolar transportando un adulto sin niños detener su marcha discretamente como cualquier otro vehículo?
⇔♦⇒ Un tema afín es el comportamiento pedestre de grupos de escolares en la calle. No ocurre a menudo porque a esa gente no le gusta caminar, pero a veces no le queda otro remedio.
En ciertas localidades de Vespuccia, hemos visto el manejo de los escolares en la calle llegar a una situación de lastimosa teatralidad. Hemos visto grupos de escolares cruzar la calle en un despliegue circense asombroso - o que, quizás, no tendría que asombrar en un país donde aparentemente se deleitan en inyectar tal pompa de circo en muchos aspectos de la vida, inclusive en una actividad que tendría que ser de gran seriedad como las elecciones presidenciales.
Vimos que, en la operación de hacer cruzar la calle a un grupo de escolares bajo la supervisión de sus maestros, dos nutridas partidas de niños - ataviados de chaquetas con rayas fluorescentes, provistos, cada uno, de un imponente cartel en la mano gritando la palabra "stop" - crean prácticamente dos vallas humanas casi cuerpo a cuerpo a través de la calle, enfrentando el tráfico de ambos lados con la determinación de una tropa anti-disturbios callejeros - y cuando van de la vereda a ocupar su posición defensiva, lo hacen sin preocuparse del tráfico ya encaminado, se meten no más, dictatorialmente, en vez de aprender a convivir y esperar que haya un claro en el tráfico o que el tráfico, por cuenta propia, aminore. ¿Dónde está el espíritu de cooperación social - en el cual se podría tomar precauciones de seguridad para proteger la juventud, pero sin prepotencia unilateral y, sí, con colaboración y responsabilidad cívicas mutuas?
⇔♦⇒ El acarreo de escolares en Vespuccia requiere otro comentario. No sólo transportan niños donde hay pocas escuelas y grandes extensiones sino que también acarrean escolares de un lugar "A" donde hay escuelas a un lugar "B" donde hay escuelas, y viceversa, escolares del lugar "B" al lugar "A", en vez de dejar los alumnos cada cual en su propio barrio en la escuela cerca de su casa; todo ello, no solamente sin la aprobación pero con la oposición de muchos de los padres de los alumnos; por la razón puramente incaica de mezclar las razas blanca y negra por úcase gubernamental.
Estas dos o tres últimas noches, vimos la Luna llena, o casi llena, asomarse apenas encima del horizonte y cautelosamente navegar siguiendo la línea >>>>>>>>