El paisaje es muy hermoso, con mezcla de cerros, lagos, sinuosidades viales, y vegetación entreverada de árboles coníferos y follíferos.
No llegaremos a Haines hoy. Hoy, Karel manejó 14 horas; eso es de manejar solamente - hay que agregarle las horas de otras actividades, como ser tomar fotografías, inclusive de un oso - porque, por fin, vimos un oso, buscándose su cena; era un oso de los llamados pardos.
No telelente, a pocos metros de nosotros
Así que, siendo las 21:15, hora de Yukon, o sea las 19:15, hora de Alaska - o sea 20 horas ininterrumpidas desde que nos levantamos; y 15 minutos, para ser exactos - nos estacionamos a orilla de este camino a Haines para la noche; con luz diurna, por supuesto; y todavía falta para acostarnos.
Es interesante notar que, apenas nos alejamos de la zona de Fairbanks, la ambitura, de caliente pasó a fresquita.
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Hoy, tampoco llegamos a Haines. Hoy, no llegamos a ninguna parte. Hoy, vamos a dormir en el mismo lugar que anoche.
Resulta que ayer, al pasar por uno de los tantos lugares de construcciones viales que parecen aquejar el verano septentrional, viajamos por un largo trecho cubierto de brea líquida, con el lógico e inevitable resultado de terminar con el coche en un emplastado pegajoso negro; por lo que no tuvimos otro remedio que lavarlo esta mañana; nos tardó como tres horas, con dos lavados jabonosos y un enjuague final.
Por otra parte, más tarde hoy, recibimos, otra vez, como entre los Hopis, nuestra recompensa - a más de la satisfacción por ayudar a alguien - por haber llevado, ayer, a un hombre sin otro medio de locomoción que sus pies en estas largas soledades. Cuando llegó a su destino, nos ofreció guiarnos, al día siguiente, o sea hoy, a conocer un minero lavador de oro. Así hoy se cumplió. Y con el artesano minero lavador de oro - del tipo casi extinto, silencioso y solitario - nos quedamos y quedamos, y se fue el resto del día.
Nos mostró cómo sacar oro de sedimentos auríferos de manera artesanal, o sea antigua si se quiere.
* Nos mostró cómo construir una bocacaz de madera, con el piso provisto de tres tipos de material, desde muy abierto a muy cerrado, como ser una gruesa reja de madera, un tejido de metal o una chapa perforada, y algún material tejido como ser una frazada o una alfombra.