- y siempre el asalto desenfrenado de los anuncios en la televisión, tratando de esclavizar la mente del público por los medios más diabólicamente eficientes;

- y todas las comidas, cargadas descaradamente de docenas de productos químicos nocivos; todo, con el beneplácito del gobierno - pero, qué se puede esperar de un gobierno que reconoce lo nocivo que es fumar pero sigue siendo socio en la industria tabacalera por los altos impuestos que cobra;

- sin mencionar el tipo de canciones - perdón, de griterío - de moda, sin duda el reflejo de la histeria colectiva, y sin duda, como círculo vicioso, la manera más eficiente de reenforzar dicha histeria en aquellos que ya están contaminados, y de crearla en las mentes jóvenes recién abriéndose al mundo.

Un mundo extraño, increíble, y loco, en verdad.

Pero, mañana, sí, será hacia nuevos saberes.

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Así que, esta mañana, estamos otra vez encaminados por la carretera alaskana; por primera vez después de nuestro desvío en Watson Lake, y de lo mucho que ocurrió desde entonces.

Tal como, hace más tiempo aún, nos encaminamos por la Alaskana desde su terminal en Dawson Creek, hacia el noroeste, ahora, estamos encaminados desde su otra terminal, hacia el sureste. Esta vez, eventualmente, también nos desviaremos.  Por lo menos, así lo tenemos pensado.

Topografía, inhabitualmente chata. Carretera recta pero, casi lamentablemente, asfaltada.

Como ya lo notamos desde los primeros momentos cuando encontramos una carretera asfaltada en Alaska, estas carreteras parecen haber sido asfaltadas cuando el globo terráqueo, o por lo menos Alaska, se encontraba todavía en el estado de magma fluido, a juzgar por las ondulaciones transversales en forma de olas fijadas que, a cada rato, nos hacen sentir como en un barquito sacudido por un olaje inflexible.

Hemos llegado al lugar donde el oleoducto cruza el río Tanana; lo cruza en equilibrio que parece frágil pero que debe de ser firme, colgado de cables de suspensión como un puente, salvo que, en este caso, a más de los cables superiores verticales, hay también dos cables laterales horizontales.

Este es uno de trece cruces de ríos grandes - y cada cruce se adapta a las circunstancias; por ejemplo, en uno, el oleoducto, en vez de colgar de cables >>>>>>>>