- Inteligencia -
/ Construyen su dique en el sitio más fácil, o sea, de poca profundidad de agua - no más de 70 centímetros - y con fondo firme.
/ Empiezan las fundaciones con troncos colocados paralelamente con la corriente de agua y lastrados con piedras. Nos preguntamos si es para ofrecer menos resistencia a la corriente o para delimitar el ancho de base del dique, o ambas cosas.
/ Empiezan a levantar el dique en el medio de la corriente y lo expanden hacia las orillas. Nuestra inteligencia humana no alcanza la inteligencia castoril para siquiera suponer el porqué de tal estrategia. Al contrario, nos parecería más práctico empezar con el apoyo firme de una orilla. Pero seguramente estos castores saben muy bien qué hacen.
/ También saben muy bien que es mucho más fácil cortar los árboles y las ramas que necesitan, aguas arriba, y bajarlos por flotación al lugar de construcción, que arrastrarlos desde otras partes por tierra.
/ Si bien son perfectamente capaces de tapar filtraciones con barro - y lo hacen - dejan algunas filtraciones a manera de desagües para evitar que el agua rebalse por encima del dique.
/ Y no se trata de diques de pocos metros sino de decenas de metros, con una altura de, quién sabe, quizás metro y medio, medidas bastante grandes para el tamaño de estas criaturas.
/ Las viviendas, no se las puede llamar madrigueras, porque habitualmente una madriguera es algo excavado bajo tierra; y no se las puede llamar cuevas, porque habitualmente una cueva es algo de formación natural. Esto, lo que vemos, hay que llamarlo cabaña, o logia, o fortín lacustre, construido como un islote, con el mismo "hormigón" que el dique. Cada cabaña, o logia, o fortín, consta de una plataforma elevándose del fondo de la laguna hasta un poco por encima del nivel del agua, a manera de un islote artificial, plataforma provista de un domo por encima para formar la sala de estar; y para mayor seguridad, provista de varias entradas; pero entradas a la vista no hay; es que, para mayor seguridad aún, las entradas son intra-acuáticas.
Por colmo, los castores no tienen por qué sumergirse o emerger cerca de sus viviendas porque pueden quedarse bajo agua largo rato y, por lo tanto, sumergirse o emerger lejos, más de medio kilómetro, de sus viviendas, de modo que no hay manera de saber si hay alguien en casa.
/ E inteligencia debe de haber en la cabeza de un castor; prueba de ello es, no solamente su construcción natural de diques muy eficientes y a veces muy largos, y de sus moradas con orificios intra-acuáticos pero con cámaras de estar encima del agua en el medio de la laguna artificial, sino también su habilidad de adaptarse a circunstancias cambiantes; por ejemplo, si se aumenta >>>>>>>>