| La corteza externa les servía para techados, pisos, tintura y tablas para cortar pescado;
| la corteza interna les servía para vendar heridas cortantes y quemaduras, y también para infusiones contra problemas de corazón, riñones, estómago, úlceras, sangre débil, resfríos, dolores de garganta, tuberculosis y llagas;
| las ramas les servían para aislación, anzuelos, reparos;
| de la savia sacaban tónicos, y remedios contra quemaduras y tuberculosis;
| las agujas les servían como infusión contra la tos y para limpieza de intestinos;
| la leña seca les servía para curtir, para ahuyentar insectos, para teñir cuero de alces, y, naturalmente, como combustible;
| la punta superior del abeto se entregaba al brujo para sus usos - también se podía utilizar contra resfríos, tuberculosis, dolores de huesos;
| las piñas, las reducían a polvo contra infecciones del oído;
| el tronco mismo, naturalmente, servía para tablas, rollizos, objetos varios, armas, juguetes, etc.;
| la resina, la utilizaban como adhesivo, antiséptico, impermeabilizante, para rituales, arreglo de cabello, como goma de masticar, para detener hemorragia, contra cataratas, en dificultades del corazón y contra tuberculosis;
| y, finalmente, porque todavía falta, las raíces les venían muy bien para ataduras, y para hacer canastas - de las cuales vimos ejemplares, y que son maravillas de precisión y delicadeza; también para trampas para pescados y otros animales, y también como redes para pescar; y también para concoctar extractos oftalmológicos.
¡Qué manera de honrar un obsequio de la naturaleza!
Y una casucha de troncos muy especial
Después de la visita, hablamos con uno de los investigadores asociados con el museo.
Así aprendimos que, cuando se habla de mamutes congelados, primeramente, no se trata de animales enteros - salvo en un solo caso, de un mamut de corta edad en Siberia; se trata solamente de partes de cuerpos; y, segundamente, no se trata de carne todavía con sus jugos naturales, sino de carne momificada, desecada.
Así aprendimos que todavía no se conoce la causa de tantos mamutes sorprendidos por la muerte en plena vida, a varias edades, en la plena actividad de alimentarse - y congelados lo suficientemente rápido y pronto para impedir la putrefacción de la carne.
El misterio se enriquece con la existencia de un caso paralelo en Siberia, donde, en una de las dos islas Lyakhovskiy, al este del delta del río Lena, bastante lejos de Alaska, también se encontró grandes cantidades inexplicables de huesos y presas de mamutes.
Hablando de cuerpos congelados - si bien desde un ángulo por completo diferente - en 1972 se encontró en la isla de Saint Lawrence, justo a mitad de >>>>>>>> >>>>>>>>