Hoy, lunes, una anotación antes de echar a andar.
Ayer, y también con el anochecer del sábado y con el amanecer de esta madrugada, por una triple feliz circunstancia - a saber que no nos movimos, que el tiempo estaba y está despejado, y que el horizonte alrededor de nosotros es amplio y con fáciles puntos de referencia, tuvimos la oportunidad, se nos impuso la oportunidad, de comparar el punto de aparición y el punto de desaparición del Sol.
Es con tal observación que uno se da cuenta de la sabiduría, de la riqueza, de la lengua castellana, al tener ésta dos binomios de palabras, con, por una parte, este-oeste, o mejor oriente-occidente, y por otra parte, levante-poniente.
Vimos lo diferente que estaba, del concepto tradicional de separación de 180 grados, la separación que observamos entre los puntos de aparición y de desaparición - o, viceversa, de desaparición y aparición - del Sol: vimos el Sol desaparecer a sólo quizás 70 grados de su punto de aparición, y viceversa.
Así que hay que separar el concepto de puntos cardinales este-oeste, siempre inmutablemente opuestos a 180 grados a lo largo del paralelo donde el observador se encuentra, y el concepto de puntos de aparición y desaparición, o sea de levante y poniente, del Sol, en diaria mutación de paralelo según la época del año, y también con posible mutación en relación con el observador en función de algún cambio del observador en latitud.
Así que
1. Todos los días del año, hay una latitud, diferente cada día, donde el concepto inmutable este-oeste coincide con el concepto mutable levante-poniente; pero en tal latitud y tal día solamente.
2. Hay latitudes en las cuales nunca puede haber coincidencia de los conceptos este-oeste y levante-poniente.
3. Hay latitudes y épocas, desde donde, y cuando, se ve la distancia entre el punto poniente y el punto levante, aun menor que los, ya reducidos, 70 grados aproximados que vimos aquí, porque la distancia sigue reduciéndose, a 2 grados, 1 grado, 0 grado, circunstancia cuando, desde tal latitud y en tal época, no hay más poniente ni levante porque el Sol ya no desaparece más, ya no aparece más, pero el concepto este-oeste sigue inmutable.
4. Decir que el Sol sale en el este y que se pone en el oeste es simplificar las cosas en detrimento de riqueza de conceptos.
Hacia Fairbanks.
Tenemos otra tajada de hermoso paisaje. No es que los ingredientes sean diferentes: siempre, la misma carretera ondulante vertical- y horizontalmente; >>>>>>>>