Veamos un ejemplo o dos.

Como introducción, estos textos rúnicos están escritos no en el más antiguo, más largo, Futzar de 24 letras sino en el más reciente, más corto, Futzor de 16 letras. (El Futzor - o también el Futzar más antiguo - es lo que eruditos ignorantes, bueno, pongamos descuidados, llaman alfabeto rúnico si bien, muy obviamente, la primera letra no es alfa, ni siquiera su descendiente "A", y la segunda letra no es beta, ni siquiera su descendiente "B"):

                       
                                                                         
  Transliteración       F   U/V   Tz    O    R   K/C    H    N   

  Transnumeración       1    2     3    4    5    6     7    8

  Transliteración      I/E   A    S    T/D   B     L     M    Y

  Transnumeración       9   10   11    12    13   14    15   16

  A más de valor numérico de cada letra, también había números ordinarios:

               

                1    2    3    4    5    6    7    8     9    10

  Ahora bien, veamos el primer ejemplo:

De entrada, el primer carácter nos traba: no existe en el futzor. Muy bien, se nos dice, es una letra compacta, dos letras en una, la letra  (nuestra L) y la letra  (nuestra I). Muy bien, así que tenemos, compactadas, L + I, o viceversa I + L. ¿Y por qué no? ¿No se da el mismo caso en francés donde las letras "o" y "e" son a veces separadas como en "poète" pero se compactan en casos como "œuf"?

El carácter siguiente  no presenta problema, es nuestra A; y el carácter final  es nuestra K. Muy bien, así que, en conjunto, tenemos /L+I/AK. Y eso ¿qué significa? Nada. Pero, se nos dice, hay un detalle; el detalle es que las palabras anteriores a esta palabra suman once caracteres, lo que es la muy criptográfica manera del mañoso escriba medieval de indicar que, a las susodichas letras explícitas, tiene que antecederles la implícita undécima letra del futzor, una S; tanto más cuanto que, en otras partes del texto, varios anagramas insisten en precisamente esta combinación de letras con la S. >>>>>>>>