Hubiese parecido que esta dramática pausa sería tan sedentaria, estática, enclaustrada, que no habría nada para anotar; pero, no sorprendentemente quizás, observaciones se nos vienen acumulando; y seguramente las querremos guardadas para nuestros futuros recuerdos; así que, a pesar de las tremendas tareas básicas que nos están esperando, vamos a seguir anotando, como siempre.
Whitehorse es un pueblo no mucho mayor que pequeño, pero ofrece cosas que son una rareza y que ni ciudades de varias veces su tamaño ofrecen. Aquí, se consigue pan cuyos ingredientes son solamente cuatro: harina, agua, levadura y sal, en vez de la habitual lista de 8, 10 ó 12 líneas de productos químicos; aquí, se consigue fiambres sin nitritos o nitratos; la biblioteca municipal está muy bien provista e, increíblemente, tiene un horario que la hace accesible a todo el mundo, inclusive a la gente trabajadora; y hay, aquí, un laboratorio de fotografía que promete convincentemente un trabajo casi imposible de conseguir, a saber decente, rápido y sin ponerle la estúpida fecha del revelado al dorso, cuando lo que a uno le interesa, naturalmente, es la fecha cuando se tomó la fotografía.
Tan convincentemente, que pusimos a prueba su promesa; y tuvimos la suerte de poder hacer aquí, en Whitehorse, lo que no esperábamos poder hacer aquí, a saber hacer revelar los catorce rollos de fotografías acumulados desde Chicago. Y tan convincentemente llevó a cabo esta tarea que, eventualmente, mandamos re-hacer algo de quinientos positivos ya hechos en laboratorios previos.
Además, el jefe del laboratorio fue muy gentil con nosotros. Al ver cuántos rollos le traíamos (de a dos para repartir los riesgos) se imaginó que nos interesaría conocer por dentro el proceso de revelado e "impreso" de las fotografías. Así que tuvimos una visita inesperada, pero muy bienvenida, de un laboratorio fotográfico moderno, lo que vale decir de una procesadora que, bajo la minuciosa vigilancia de un técnico, recibe por un lado un cartucho cerrado de película fotográfica expuesta, y por su otro lado entrega fotografías terminadas y cortadas.
║ Ya desde antes del inicio de las operaciones, la procesadora por sí sola mantiene las concentraciones químicas y las temperaturas de los varios baños dentro de sus límites necesarios. La tolerancia termal es de ½ grado a lo máximo - y en este laboratorio la guardan dentro de un margen de ¼ de grado.
║ Introducido el cartucho en la máquina, ésta agarra la punta de la película y la jala del cartucho; y de ahí, la película estirada va viajando por sí sola, por los varios baños necesarios para el revelado.
║ Y ¿cómo se logra que la película, con su progresión pareja de principio a fin, se quede en los diferentes baños durante los diferentes tiempos necesarios, tiempos que están calculados con una precisión de segundos? Muy >>>>>>>>