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principio, respectivamente, del invierno y del verano! Puro mito, según cualquiera que se interese en el mecanismo geo-solar que crea invierno y verano en la Tierra puede comprobarlo.

Y otra vez, hacia el océano Artico helado.

La carretera se ha vuelto un afirmado de buena calidad, bastante derecha, sin nieve. Hay poca nieve en general; o sea, todo está cubierto de nieve, sí, pero de una capa menos gruesa de lo esperado. El paisaje sigue hermoso.

Después de bordear cautelosamente la cordillera Richardson, la carretera tuvo que adentrarse en las alturas para cruzarla.

En el medio de la impresiva blancura inmaculada de esta cordillera, hemos pasado del territorio de Yukon a los Territorios del Noroeste, probablemente mejor concebido como territorio de los Territorios del Noroeste, Northwest Territories.

En Yukon debe de haber algún chistoso, o más probablemente algún burócrata automatizado como ocurre con tanta gente.

Resulta que, a la salida de las varias provincias de Canadá y de los varios estados de Vespuccia también, es una costumbre ver un cartel que reza: Venga Otra Vez; lindo gesto de hospitalidad - o buena política comercial. Pero aquí, al pasar de Yukon a los Territorios del Noroeste, este mismo cartel resulta ser un chiste, o una estupidez, porque el que pasa por aquí hacia el norte, salvo que quiera seguir viajando hasta el polo norte y Siberia, no tiene otro remedio, quiera o no, que Volver Otra Vez a Yukon, y por la misma carretera; un mejor cartel sería: Ya Nos Veremos otra Vez.

Vamos a dejar de hablar. Es demasiado peligroso manejar y grabar en estas condiciones.

Bueno, después de un pasmoso cruce de esta cordillera Richardson, estamos saliendo, poco a poco, de las montañas. El paisaje sigue imponente por su inmensidad blanca.

Otra vez, estamos en ondulaciones de poca amplitud, con muy extensas vistas donde se ve las sinuosidades del camino en puntos que nos tarda cinco minutos o más para alcanzar. Estamos siempre en doble transmisión. El tiempo está soleado.

Parece que se van terminando las ondulaciones mismas. Desde una loma, que debe de ser una de las últimas, nuestra vista abarca una gran extensión baja, chata, cortada por un río grande, helado, naturalmente, y perforada por lagos, también helados, naturalmente. Estamos en la llanura, camino al pueblo de Fort McPherson ...

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