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centígrados; nos sentimos unos meses más jóvenes, con hielo por todas partes dentro del coche. Menos mal que, ayer, le agregamos anticongelante al radiador; si la criotura sigue bajando así, pronto habrá que ir agregándole anticongelante a la nafta también.

Otra vez, sacamos el secador de cabello de 12 voltios que utilizamos en la bahía de Hudson - y que, esta mañana misma, vamos a empezar a utilizar nuevamente - para deshelar los cristales laterales del vehículo. Este secador de cabello de 12 voltios, que compramos como el artículo de uso más frívolo de todos los que compramos para esta Expedición - se entiende que para secar el cabello de Božka - fue utilizado para dicho propósito, hasta ahora, una sola vez, pero sí muchísimas veces ya para el propósito no planeado, pero indispensable, de deshelar los cristales.

Sí, qué cambio abrupto de ambitura, de la primavera de hace dos días y 1.000 kilómetros más al sur, a los -5 de ayer, a los -24 de hoy.

Otra noticia se refiere a los preparativos para la próxima. El tren misterioso que pasó por Montana antes que nosotros, ahora llegó a su cita con el intramarino Trident, con el cual sí cruzamos camino, en el seno Puget, en el estado de Washington, con su carga, no de 12, sino de 14 vagones de cohetes nucleares; hubo manifestaciones populares contra este llamado tren de la muerte; pero seguramente los gobiernos seguirán con sus juegos de megavanidad, y los pueblos con su inercia ovina, en vez de una rebelión global - global; manifestaciones de unos pocos esclarecidos de nada sirven.

También en el frente de los preparativos para la próxima, vino la reconfortante noticia de la reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, en Portugal, para planificar el despliegue de su arsenal nuclear en Europa Occidental.

Pasando a noticias de otro orden, la ciencia está realmente adelantando a pasos agigantados; ahora, se descubrió que, en ciertas enfermedades como el cáncer de la piel, en vez de utilizar las peligrosas drogas modernas, se puede utilizar, con igual eficacia pero sin peligro, extractos de ciertas yerbas, tal como lo hacían los paraborígenes Micmacs de la costa atlántica del Canadá antes de que los Blancos los hubiesen borrado del mapa.

Hablando de paraborígenes, los Rusos opinan que la nueva constitución canadiense continúa la tradición de ignorar la existencia y los derechos de los paraborígenes del territorio que, hoy, es Canadá. Naturalmente, habría que ver qué pasó con los paraborígenes de Siberia; pero los paraborígenes americanos son parte de esta Expedición, y los parabor...

Entre la anotación anterior y ésta, pasaron quizás dos horas, quizás tres.