testimonio de la amistad entre el vasto mundo que es la verdadera América y su madrina Saint-Dié?  Nada de todo ello logramos entender.

Y presentamos nuestras disculpas.

Muy estimado Saint-Dié, Gracias, Obrigados, Merci, Thank you, por la agradable e inolvidable estadía que, como punto final de los trece años y tres meses de la Expedición, tuvimos en tu grata compañía."

Así era nuestro texto original completo.

Puesto que no había sido posible que llegase a los ojos y los sesos del Señor Alcalde por intermedio del diario, como había sido nuestro deseo, lo entregamos en la Alcaldía personalmente.

Ahora, sí. Fin de la Expedición. Sin fanfarronada, sin corchos por los aires. Con gratitud, y recogimiento. Y ¿qué mejor lugar para terminar la Primera Expedición Panamericana Integral que el lugar donde, para un continente del cual, en aquel entonces, todavía no se sabía que es un reflejo de todo el planeta, nació la palabra "América"?

Desde el púlpito del convento: ¡ADIOS!