interés de creaciones artísticas, pre-colombinas y modernas, como no hay en otras partes; ¿no se merece ello una celebración?
► Sin el Perú, Europa no conocería las delicias de las papas fritas o de un puré de papas, ni el asombro de cantería trabajada como por dioses, de trepanaciones del cráneo y cirugía del cerebro muchos siglos antes de la llegada de los Europeos; ¿no se merece ello una celebración?
► Las condiciones naturales, de dificultad sobrehumana, que vimos en el Perú y en Bolivia, donde la implantación de un kilómetro de ruta o vía férrea o línea eléctrica equivale a veinte o treinta o cincuenta kilómetros en otros países, y donde su conservación es una pesadilla diaria de nunca terminar; ¿no se merece ello una celebración?
► Las trágicas epopeyas de los descubrimientos del Paso Norte, por el Canadá, y del Paso Sur, por Chile, del Atlántico al Pacífico; ¿no se merece ello una celebración?
► Santo Domingo, en la República Dominicana (vale decir Quisqueya), como embudo épico durante los primeros siglos de contacto entre Europa y los lugares más fabulosos de América; ¿no se merece ello una celebración?
Todas estas cosas, y otras, ¿no se merecen ellas una celebración tanto como una constitución emparchada a tal punto que las enmiendas son más voluminosas que el texto original, una constitución que incluyó y aprobó, entre sus primeros principios, la institucionalización de la esclavitud de millones de Negros y la reducción de millones de Paraborígenes al estatuto de no-humanos, una constitución que todavía lleva las cicatrices de esas atrocidades de lesa-humanidad, una constitución ni siquiera libre de errores ortográficos en su original, que tomamos el tiempo de leer, como parte de la meticulosidad de toda la Expedición?
Para terminar, quisiéramos presentar nuestras disculpas. Nuestras disculpas, por no haber logrado entender, en el folleto referente al madrinaje de la América de Colón, de Vespucci y del Gymnasium Vosaguense, por Saint-Dié, la relación entre, por una parte, siete de las páginas y, por otra parte, la página octava. ¿Qué relación hay entre el obsequio de la Estatua de la Libertad, por el país "Francia" al país "EUA", y el madrinaje del continente "América", por la ciudad "Saint-Dié"? ¿Que un Deodatiense firmó el acta de donación? Vamos, vamos ... ¿Qué relación hay, entre, por una parte, la gratitud que siente, y con buena razón, la ciudad "Saint-Dié" por la ayuda recibida del país "EUA" (éste repentinamente metamorfoseado en el folleto, como por prestidigitación, en "América" a secas, como si fuese, ese país, el continente) y, por otra parte, el madrinaje del continente "América" por la ciudad "Saint-Dié"? ¿Cómo puede el gemelaje entre la ciudad Lowell y la ciudad Saint-Dié ser ofrecido como >>>>>>>>