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Ah pero no fueron las exposiciones de estas verdades en esta forma sosegada. En un tiroteo verbal - tiroteo en buena cortesía, nos place decir, pero tiroteo al fin - durante el cual tuvimos que sufrir dolorosas descargas como las siguientes muestras (no podíamos tener la descortesía, y de todos modos no hubiésemos tenido el tiempo, de anotarlas todas al vuelo).

- Eso, Ustedes tendrían que presentarlo en el cementerio y no acá. La gente >>que inició todo eso, en el siglo pasado, está muerta.
- Este folleto es para el público, no para científicos.
- Ustedes no querrán sugerir que le declaremos la guerra a los Americanos.
- Como sea, hay que reconocer que los Americanos nos ayudaron en las dos >>guerras.
- Las celebraciones públicas son fiestas populares, no actos históricos.
- No querrán que escribamos a 300 millones de Sudamericanos.
- Si no les gusta, que nos lo digan.
- Nadie se quejó jamás de los Estados Unidos de Brasil. ¿Por qué entonces se >>quejaría alguien de los Estados Unidos de América?
- (Repetidas veces, a falta de redargumentos, aun de los malos.)
  No me quita el sueño.

Descargas dolorosas no sólo por sus idioteces intrínsecas sino dolorosas también por venir de, entre otros, un cerebro autor de libros justamente sobre el tema, y cerebro representativo de cartesianismo y claridad intelectual mundialmente venerados - si es que cerebro había - y dolorosas también por requerir, por parte nuestra, contra-salvas de evidencias tan elementales que son dolorosas para quien tiene que expresarlas, como las siguientes.

* El hecho de que generaciones idas se hayan dejado embaucar no justifica que las generaciones siguientes no corrijan el desatino. Al contrario, las generaciones siguientes, lo que incluye la generación presente, tienen más responsabilidad y culpabilidad que las generaciones anteriores, porque se puede comprender un momento de debilidad en una crisis psicológica en circunstancias repentinas y sorpresivas, pero no se puede perdonar una encaprichada persistencia en una actitud a todas luces reñida con la historia, la lógica, la moral.

* Dar al pueblo informaciones, conceptos, conocidos como incorrectos, porque es "solamente el pueblo", es un crimen repugnante. Información dada al pueblo debe ser tal - clara y fehaciente - que se le pueda agregar, pero nunca se le deba cambiar, algo.

* Eso es lo condenable, solapado y peligroso de esas fiestas populares: mientras se le ocupa la atención al pueblo con el sabio elixir de alegría, bochinche y pompa, se le insemina subliminalmente en el subconsciente que América es un país (sin especificar que es ilegítimo) y, por lo tanto, que América no es un continente (sin especificar que éste sí es legítimo). Muy solapado. La misma manipulación del pueblo utilizada en campañas publicitarias y políticas.