masa meridional y la masa septentrional parece insinuar la ignorancia de si hay, o no hay, un estrecho hacia el mar al oeste de América.
Este segundo mapa es, en la historia cartógrafica
universal, pues, el segundo en llevar impreso el nombre América; y distintamente en América del Sur, hasta América patagónica se podría decir porque así es, y no en América del Norte - aun cuando esta parte norte ya figura en el mapa, noten los usurpadores de herencias.
Este mapa, además, tiene tres otras particularidades.
║) Por una particularidad, este mapa muestra que, ser canónigo, sesudo, creativo, etc., no impide ser astuto. América, esa tierra en parte vislumbrada, en parte intuida, en parte desconocida, está ubicada en el mapa no en el centro sino a lo largo de la orilla de la proyección, donde la proyección desfigura a lo máximo la realidad gráfica a representar - como ocurre, hoy mismo, en mapas con proyecciones extremas - de manera que se ve, plausiblemente, y si bien en su substancia de manera inconfundible, con su costa atlántica debidamente retorcida por la proyección, y con su lado, que todavía no se llamaba pacífico, más como un horizonte inducido por la proyección que como una costa definida.
Para decir toda la verdad, a lo largo de lo que parece ser el horizonte pacífico inducido por la proyección, hay, en el detallado mapa original, la inequívoca nota: Terra Ultra Incognita; pero atravesada, y de tal manera, que >>>>>>>>