había preocupado, hace mucho, y que había resultado ser causado no más que por un pedazo de hielo que se había formado en un recoveco de la carrocería y se movía con las sacudidas. Alivio. Debe de ser lo mismo.
Hablando de tulipanes - la gran fama de los Países Bajos por sus tulipanes nos hace pensar en papas. O, si se quiere, en Turquía y en los Andes, específicamente peruanos y bolivianos.
¿Relación entre tulipanes y papas? Que las omnipresentes papas y los omnipresentes tulipanes tienen sus respectivas raíces no en los lugares hoy famosos como sus zonas de cultivo sino en lugares igualmente inesperados para ambos, y que, en nuestra ignorancia inicial, nunca hubiésemos pensado en asociarles: las papas, en los Andes, los tulipanes, en Turquía.
Den Haag. La Haya.
No podemos no pensar en Bolivia. Así como Bolivia tiene dos capitales - la capital constitucional pero donde el gobierno no está, Sucre, y la capital práctica del gobierno, La Paz - aquí, La Haya es la capital práctica del gobierno pero la capital constitucional es Amsterdam, originalmente Amstel Dam.
En La Haya, así como en Haarlem, se ve cicatrices de las aventuras coloniales nederlandesas: grupos étnicos por las calles, que ciertamente no son europeos.
De paso dicho, nos preguntamos con asombro por qué en Chequia, que ciertamente nunca tuvo aventuras colonialistas, hay tanta gente asiática, curiosamente numerosa en los cruces de las fronteras, de manera que lo primero que vimos, cuando entramos por la frontera sur, y lo último que vimos, cuando salimos por la frontera noroeste, fueron caras asiáticas en escaparates callejeros vendiendo mercaderías no perecederas, especialmente cigarrillos, bebidas alcohólicas y chucherías - incidentalmente, a precios más elevados que los corrientes en negocios a corta distancia de la frontera. ¿Por qué, esta guirlanda asiática en un país eslavo?
Está por anochecer. No quiere decir que sea tarde. Quiere decir que es media-tarde. Esta brevedad de los días resulta en una realmente seria coartación de actividades y eficacia. A cada día le faltan fácilmente cuatro o cinco horas de actividad. Eso sí - se puede, si se quiere, dormir doce horas sin sentir culpabilidad porque a las siete de la tarde ya hace horas que es de noche y a las siete de la madrugada todavía falta rato para que amanezca. Felizmente que esta situación nos tocó, y nos toca, solamente en la región de Terra Nova - bahía de Hudson, a principios de la Expedición, tantos años hace ya, y aquí, en estas postrimeras semanas de nuestro esfuerzo.
A pernoctar. En Dinteloord. Mañana cruzaremos la frontera.