hallazgos, pero tres ilustran el tema. Un tema no sólo de aventurismo sino también de comercio, tanto local como internacional; un tema no sólo de utilitarismo sino también de ceremonialismo; un tema de cohesión entre las varias partes del imperio vikingo, las que, hoy, se llaman Danmark, Norge, Sverige, England, Scotland, Eire, todas ellas, alrededor del hoy mal-llamado mar del Norte, mal-llamado porque desde Dinamarca se encuentra al oeste, desde Inglaterra, Escocia y Eria se encuentra al este, y desde Suecia y Noruega se encuentra al sur o suroeste.

► Un hallazgo ocurrió bajo agua y lodo, en el fiordo de Roskilde, más exactamente en el paraje Skuldelev, en 1962, y consta de todo un muestrario de embarcaciones: dos, de comercio de larga distancia, dos, de guerra, y una, de pesca o cabotaje, según el siguiente detalle.

~ Una embarcación mercante de 16,6 metros de largo; 4,5 metros de ancho; 20 a 25 toneladas de porte; propulsión por vela; apta para viajes a Islandia, Groenlandia y ... Terra Nova.  Construida en Noruega.

~ Una embarcación mercante menor, de 14 metros de largo; 3,4 metros de ancho; 5 toneladas de porte; apta para el Báltico.

~ Una embarcación de guerra, de no menos de 30 metros de largo, sólo 4,5 metros de ancho, capacidad para 60 a 100 hombres, poderosa propulsión por 60 remos, y vela. Construida en Eria, cerca de Dublin, más apropiadamente Dubb Llynn.

~ Una embarcación de guerra menor, de 17,5 metros de largo, sólo 2,5 metros de ancho, para solamente 30 hombres.

~    Y la embarcación de pesca o cabotaje.

Tres de estas cinco embarcaciones fueron reproducidas al milímetro y sometidas a pruebas de navegación. Exitosamente. Una, hizo lo que los Vikingos no podían haber concebido - o quién sabe: una navegación alrededor del globo.

La pregunta se impone: ¿por qué coincidencia - feliz para la posteridad - se acumuló esta panoplia de barcos en el mismo sitio en el fondo del fiordo? No por desastre colectivo, no por previsión arqueológica, sino por estratagema defensivo del momento: estos cinco barcos parecen haber sido hundidos ex-profeso para impedir la navegación por el lugar.

Muy gran lástima es cómo las elegantes líneas - no se puede decir las aerodinámicas, hay que decir las hidrodinámicas líneas - de estos barcos quedan desmerecidas, asesinadas, en sus museos por el mortal contraste de las frías rectilíneas en todas direcciones, del edificio, y de los propios soportes de los barcos. ¿Por qué esos distinguidos museógrafos no visitan los museos de mal-llamadas ciencias naturales de Chicago o de Nueva York? >>>>>>>>>>>>>>>>