Después de un día de búsqueda por parte de Nauta B y de tres días de búsqueda por parte de Nauta C, quedaron cada uno por cuenta propia en la procura de América.
Una inordinaria oportunidad para comparar dos desarrollos históricos reales paralelos contemporános, de un mismo tema, en vez de estar reducido al juego intelectual de comparar un desarrollo histórico pretérito real con una alternativa teórica inventada posteriormente ad hoc.
A continuación, estas dos versiones históricas, reales, paralelas, contemporáneas, de un mismo tema. Primero, Nauta C. Luego, Nauta B.
♦║♦ Nauta C, después de sus tres días de búsqueda del barco de Nauta B, apuntó hacia el noreste, hacia donde él hubiese apuntado de entrada.
> 15 de julio de 1741. Avista América.
> 16 de julio. Manda el mayor de sus dos botes disponibles a investigar si alguna de varias ensenadas serviría de ancladero. Por señales convenidas, regresa el bote. No hay anclaje adecuado.
> 18 de julio. Otra vez manda bote, con mismo propósito. A pesar de las señales convenidas, no regresa el bote. Se supone que por desmejoramiento del tiempo. Aun horas más tarde, no aparece el bote. Se supone que por mal tiempo.
> Día siguiente. No aparece el bote. Se quiere esperar que por mal tiempo.
> Día siguiente, y siguiente, y siguiente. No bote, ni siquiera indicio de presencia de los exploradores en la orilla.
> Día siguiente. Tiempo bueno para remar. Bote, no. Aparece fuego en la orilla. Con la esperanzada suposición de que es una fogata de los exploradores, Nauta C manda disparar siete cañonazos. Fuego desaparece. Tiempo, bueno. Bote, no. Otra vez, fuego en la orilla. Desaparece fuego.
> Día siguiente. Tiempo soleado, viento débil. Bote, no. Fuego, no. Tiene que haber ocurrido algo. Posiblemente el bote se haya averiado, pero esto no explicaría la falta de señales.
Nauta C y todos sus oficiales y suboficiales en consejo deciden despachar el segundo bote para socorrer al primero, con material y carpintero para posibles remiendos, con vituallas para los exploradores, y con órdenes, de mandar de inmediato señales desde la orilla para indicar el estado del primer bote y de su tripulación, y de regresar de inmediato al Sviatý Pavel, trayendo parte de la primera tripulación.