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sus servicios, le aceptaron la renuncia. Tuvo que rebajarse a suplicar innumerables veces durante tres años para que, finalmente, lo tomasen de vuelta - como capitán de fragata.

Nauta C. Era Ruso. De la nobleza rusa. Se graduó de la Academia Naval con honores. El mismo fue luego nombrado profesor en sus aulas. Era piloto sobresaliente. Cuando fue aprobado por Piotr Alexeievich, contaba sólo 22 años de edad. En el año de la navegación de la Primera Expedición Kamchatkeña, tenía sólo 25 años de edad. Se dice que Piotr, más que aprobarle, lo eligió como su observador personal. Se dice que al Nauta B le parecía que Nauta C tenía un parecido con el zar Piotr, no sólo en los ojos y las mejillas sino también en el carácter. Nauta C, si bien era sólo lugarteniente, siempre venía con sugerencias espontáneas en vez de esperar las decisiones de Nauta B.

Así eran las raíces, tan disímiles, de estos dos nautas que el destino marcó como los dos actores principales de la Primera Expedición Kamchatkeña y, en 1728, confinó en el barco Sviatý Gabriel, en navegación hacia la comprobación de la verdad en cuanto al estrecho de Anian del condenado indultado.

Nauta B no entendía que alguien pudiese tener interés en tierras o estrechos nuevos, y no entendía por qué lo mandaban justamente a él para semejantes inutilidades cuando nunca había apetecido tal responsabilidad y aventura, y tenía por sola ambición ir ascendiendo en la armada, y pensionarse con alguna linda distinción.

Así salieron, Nauta B y Nauta C, de Ñižñe Kamchatsk, en la península de Kamchatka; y navegaron hasta cierto punto en el septentrión; y, en resumidas cuentas, regresaron peleados como para nunca más hablarse.

El tema de la confrontación era justamente el punto que habían alcanzado y las comprobaciones que habían hecho - o debían y podían haber hecho, pero no habían hecho.

Dijo Nauta B en ese punto: "Aquí, la costa asiática cede hacia el oeste, por ende, no se acerca a, sino que se aleja de, América; por ende, hay estrecho; por ende, misión imperial cumplida".

Dijo Nauta C en ese punto: "Para cumplir con las órdenes del zar de comprobar fehacientemente la existencia o inexistencia del estrecho de Anian entre Siberia y América, hay que, de dos cosas, una, o las dos cosas, alcanzar la desembocadura del río Kolyma en la costa norte de Siberia, ya conocida, o/y alcanzar una otra costa frente a Asia - otra costa, cuya existencia, por otra parte, afirmaban los indígenas de la costa asiática - comprobaciones que serían la prueba indiscutible de la existencia del estrecho".

Y así arguyeron; pero ordenó el comandante Nauta B: de vuelta a puerto, y basta.