Hoy, primero, consulado de Ucraína (y no Ucrania, según ya mencionamos en Brasil) en Praga.

Siniestro. Compartimento de los empleados detrás del mostrador, totalmente sellado detrás de un grueso vidrio probablemente a prueba de balas, y detrás de un pesado cortinado, a veces apenas entreabierto no más que el ancho de un empleado, a veces herméticamente sellado como si el secreto del otro lado del vidrio fuese en ese momento todavía más secreto. Paso de los documentos entre público y empleados, indirectamente por bandeja corrediza.

Hace falta visa; y ésta requiere un comprobante de reserva no sólo de alojamiento sino también de comida para toda la estadía. Nosotros no necesitamos alojamiento; no sabemos dónde vamos a estar cuándo y por cuánto tiempo; y no queremos restaurantes.

Ah pero, fuera del consulado, por otro conducto, nos enteramos de que, en el pueblo eslovaco de Michalovce, ya cerca de la frontera con Ucraína, se puede conseguir un comprobante de alojamiento y comida nominal, por razones, en condiciones, y con validez oficial, algo nebulosas, como se estila en tales confidencias.

Vamos.

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Eslovaquia oriental. No muy lejos de Ucraína. Michalovce, el pueblo del comprobante nebuloso. Veamos.

Y sí, tenemos en el bolsillo algo que todavía no sabemos muy bien qué es pero que parece ser un salvoconducto firmado y sellado en debida forma para ocho días en Ucraína - con haber pagado sólo una noche de alojamiento, y un almuerzo en cuanto a comida, con direcciones para alojamiento y almuerzo especificadas en Kíev; en Kíev, sitio del primer gobierno estructurado entre los Eslavos orientales, y sitio donde nació, y fue utilizada por primera vez, la denominación "Rus". Qué este papel realmente significa, lo vamos a ver en la frontera.

En camino, acabamos de diversificar nuestra panoplia de bulbos cristianos ortodoxos; esta vez, con construcción ni sólida ni opulenta sino de tejas que parecen ser de humilde, endeble, cartón alquitranado - pero no, por ello, de menos vívida conexión, quizás más vívida conexión, con Alaska. En Nižná Rybnica.

Lo que es imperativo, ahora, es encontrar algunos camioneros TIR, los camioneros de larga distancia, que viajan regularmente a Rusia, Ucraína, Bielorrusia, de los cuales tendríamos que conseguir información directa y fidedigna - así como la buscamos y conseguimos de gente saliendo de Nicaragua, antes de meternos en las incógnitas de la guerrilla.