mosaico de heterogeneidad llamado Francia es la famosa Vuelta de Francia ciclista anual; y que quizás sea porque la Vuelta ciclista no incluye la isla de Córcega que Córcega es no simplemente "particularista" como lo es Pequeña Bretaña, según escuchamos el vocablo allí, sino violentamente independista.
Lo único que no necesita ser digerido es la misteriosa isla-sin-agua-alrededor, la Isle-de-France, escrito a la manera antigua. Y quizás esta circunstancia dé el porqué de la extraña denominación. ¿No podría ser que esta Isla-de-Francia sea la única región tan por completo desinfectada de sus raíces étnicas locales anteriores que es la única Francia cristalina, y que es como una isla rodeada por sus conquistas, francesas sólo bastardamente? Aunque, aun aquí, en lo cristalino, los antiguos paraborígenes lograron, antes de esfumarse, dejar su fantasma plantado en el corazón mismo de esta Isle-de-France, dejando su nombre como nombre de la capital francesa.
De todos modos, es menos criticable intentar, por parte nuestra, conjurar este cuadro que, por parte de los Francisleños, ignorar qué significa su isla llamada Francia.
> Aquí también, vimos cuevas residenciales de ocupación reciente, o sea no arqueológica; lo que demuestra que aquellas que vimos en Iberia no eran una particularidad local sino parte de un fenómeno europeo reciente más extendido.
> También se dan rompemuelles. Algunos, traicioneros, sin marcar, del mismo color que el pavimento. Una vez, tuvimos que dar una frenada como no habíamos hecho desde Venezuela - y por la misma razón.
> Y nos persigue la letra A. No sólo por acá. Desde la frontera misma entre Andorra y el Rosellón. En la parte trasera de ciertos coches. En vez de la letra L en España y Portugal. Preguntamos para confirmar. Sí. Mientras los Españoles y los Portugueses se someten dócilmente, para no decir abyectamente, como miembros de la Comunidad Visieuropea, a la imposición a sus idiomas, y a sus mentes, de expresiones, que ellos aceptan, o fingen aceptar, como "internacionales" pero que no son otra cosa que imperialísticamente anglas, y que ellos ni son capaces de pronunciar, como el caso de stop que no pueden pronunciar sino "estó", según escuchamos - ¡ahá! los Franceses, igualmente miembros de la mismísima Comunidad Visieuropea, no ven nada obligatorio en la obligación internacional de homogeneizarse, no se dejan mandar qué hacer con su propio idioma en su propia casa, e indican que el conductor de un coche es un aprendiz (Apprenti, en francés) con una audaz, desafiante A, mientras los Españoles y los Portugueses sumisamente utilizan un extraño símbolo angular que, como por casualidad, es la inicial L del inglés Learner.
Y pensar que este problema moderno de intensificada e intensificándose necesidad de entenderse, a veces sin-duda-ni-demora en cosas de inmediata >>>>>>>>