Por otra parte, tan duramente tropezamos en España con la hegemonía de la invasión lingüística angla, y con la estupidez, debilidad, ignominia, el esnobismo, evidenciados por la cultura invadida, al no defender vigorosamente su herencia de la cual es depositaria para las generaciones futuras, y más, al aceptar la invasión como necesario modernismo, que tenemos que sacarnos de encima dos comentarios igualmente aplicables al mundo no-anglo en general, por lo menos al que esta Expedición ha conocido.
Comentario I.
Es cierto. Una intensidad de contactos entre idiomas incomprensibles mutuamente, como nunca hubo hasta ahora, crea una intensa necesidad, como nunca hubo hasta ahora, de entenderse mutuamente - como ser en la densa red de reglamentaciones viales, habitualmente restricciones - cualquiera sea el idioma local.
Pero ¿por qué imponer la hegemonía de un idioma sobre los demás? ¿Por qué no utilizar un idioma que no es un idioma - el idioma de los ideogramas? Por ejemplo, una mano con palma de frente podría ser leída (alfabéticamente) Arrêt, Halt, Pare, Stát, Stop, y en cualquier otro idioma, y siempre significar lo mismo, sin descarada violación o vergonzosa contaminación de ningún más-preciado-tesoro-nacional, el idioma.
Y así, hasta se podría desarrollar poco a poco toda una ideografía universal, leída de muchas maneras diferentes pero entendida siempre de la misma manera - y lo que no sería una novedad tampoco. Y esperanza en tal sentido hay: un ideograma universal ya identifica inconfundiblemente, pronunciado en cualquier idioma, millones de puertas que llevan al alivio de la más irresistible necesidad de cada y cualquier mortal.
Claro, esto no solucionaría la ignominia de las autoridades que permiten, hasta promueven, la venta de mercancías, hasta remedios, en idiomas ininteligibles a sus conciudadanos. La solución sería una rebelión de todos los patriotas: "no entiendo esos exotismos, los ignoro hasta que se me hable en mi idioma, especialmente cuando se trata de gastar dinero en ticket". Fermento de rebelión que lleva a
Comentario II.
Todos los idiomas que utilizan letras-latinas-con-un-valor-definido-y-constante-para-cada-letra tendrían que unirse en rebeldía contra la desfiguración infligida por la incierta nebulosidad de los sonidos ingleses a la claridad de las letras latinas - desfiguración con grave perjuicio tanto a los propios anglófonos (lo que no sería gran mal si es así que sus cerebros funcionan) como a los demás idiomas, por las confusiones que las aberraciones inglesas causan en los demás idiomas; tendrían que unirse para obligar al idioma inglés a crearse un sistema gráfico adaptado a la escurridiza fonética inglesa, y que sea un sistema tan diferente de la grafía latina como es diferente la grafía árabe, por ejemplo.