■) En apoyo de que la gente está enloquecida, en-lo-que-ci-da, por el inglés, tenemos dos casos de la vida real.
Una vez, una jovencita, leyendo en voz alta, como centenares de personas lo hacen, el nombre de la Expedición que figura en los costados del vehículo, lo hizo, no en castellano como está la inscripción, sino en inglés laborioso; veía Primera, decía First, veía Expedición, decía Expedition ...
Una vez, un jovencito se nos acercó y empezó a preguntar algo en inglés laborioso. Le interrumpimos: ¿por qué trataba de hablar en inglés? - ¿en qué idioma estaba la inscripción de cinco metros de largo en el vehículo? El leyó la inscripción en voz alta, en castellano, así como está, y le preguntamos: ¿y eso, qué idioma es? y él contestó con toda convicción, con toda seriedad: inglés; sin el menor asomo de chiste; con toda la convicción de un hipnotizado. Y todos sus compañeros se burlaron de él.
Increíble. Y así ocurrió textualmente como dicho.
■■ Por lo menos una hermosa riqueza de la lengua castellana se mantiene viva en España, mientras que, en Hispanoamérica, no la escuchamos: el tuteo de la segunda persona del singular mantenido, en España, para la segunda persona del plural, mientras que, en Hispanoamérica, siempre escuchamos el tuteo, o el voceo, singular pasar a nada menos que Vuestras Mercedes, bueno, Ustedes, en el plural. Aquende el Atlántico: tú sabes - vosotros sabéis; allende el Atlántico: tú (o vos) sabes - Ustedes saben. ¿No es más rica - de lingüística y de sentimiento - la manera española?
■■ España cultiva su propio jardín de absurdidades.
■)Meses son medidas de distancia, no de tiempo; como en "en el espacio de nueve meses". La cual absurdidad nos da pleno derecho, para desquitarnos, de elucubrar que estamos viajando "un tiempo de muchos kilómetros".
■)¿Cómo es que nadie se referiría a un soldado como a un "efectivo", y sin embargo tenemos que aguantarnos por radio doscientos efectivos? ¿Cómo puede haber muchos de algo de lo cual no puede haber uno?
■)En una caja de cartón: "Este embalaje sólo podrá ser utilizado por X". Nos preguntamos: ¿qué otra cosa podría ocurrirse a X que utilizar el embalaje? - ¿quemarlo, venderlo, regalarlo? ¿O es que, en realidad, nadie salvo X tiene derecho a utilizar el embalaje, y que la advertencia, redactada de manera inteligente, tendría que rezar: "este embalaje podrá ser utilizado sólo por X"?
■)"El embellecimiento que sufre la ciudad." Nos parece que, si fuéramos una ciudad, no lo sufriríamos, disfrutaríamos, buscaríamos, el embellecimiento.