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Una vez teñida la lana, se debe rociarla con una emulsión aceitosa para reemplazar la lanolina sacada al principio del proceso.

(> Para hilar la lana, que sea en color natural o ya teñida, las cosas van así.

| Se manda la lana en bulto por entre rollos con su superficie totalmente hirsuta de pequeños dientes, o clavos, con el resultado de que la lana pasa de un estado apelmazado a un estado espumoso, y queda esparcida en una capa fina, pareja, del ancho de los rollos;

| luego, esta capa de espuma de lana va siendo dividida, se entiende que siempre automáticamente, en filamentos de pre-determinada cantidad de lana en cada uno, adecuada para, luego, producir un hilado de un grosor dado;

| estos filamentos de lana cardada están tragados luego por la máquina de hilar, donde el filamento de fibras va siendo retorcido de manera que tenga, en el caso que vimos, 14 torciones por cada 2,5 centímetros, y una finura tal que cada libra - no de 500 gramos sino de 453,6 gramos - de lana dé 8 kilómetros de hilado;

| ello, a una velocidad tal que - si bien la cabeza sabe que es un hilo saliendo de la máquina de hilar - el ojo percibe tan sólo como un chorro fusiforme borroso sin consistencia, de un ancho aparente, por las trépidas vibraciones, de dos o tres centímetros; y luego, un poco más lejos, casi no percibe el hilado siendo enrollado en un huso vertical provisto de un lento movimiento de subidas y bajadas sucesivas, solamente percibe el huso engordando.

|  Luego, viene el control de calidad - que sería una cosa común - pero con una máquina que es simplemente estupenda. 

º Hay que imaginarse un ojo electrónico, delante del cual el hilado terminado dispara, tan velozmente que parece inmóvil; ojo electrónico que detecta cualquier desperfecto en el hilado - en cual caso, instantáneamente, dónde está el desperfecto, detiene la carrera del hilado;

º hay que imaginarse una docena de tales ojos electrónicos lado a lado;

º hay que imaginarse, a lo largo de la docena de ojos electrónicos, un carril horizontal con una máquina moviéndose a su largo, llamada automáticamente por uno u otro ojo electrónico que detectó un desperfecto y paró su hilado; máquina colocándose automáticamente en frente del hilado deficiente, agarrándolo con dos tenazas articuladas a manera de dedos, cortando y eliminando el defecto, reanudando el hilado con un nudo invisible, reactivando >>>>>>>>