Y hacia nuestra próxima meta; de interés histórico - y de crucial importancia burocrática, no podemos olvidar.

Valladolid.

Lo histórico, sin duda, tiene que ceder el paso a lo burocrático porque sin la cabeza libre de lo burocrático, a pocos días de vencer la patente, poco espacio o claridad queda para lo histórico.

Sí, tenemos en mano la renovación de la patente. Ahora, a disfrutar de lo histórico.  Bueno, no ahora, mañana.

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Valladolid. Otro sitio donde, si no todas, muchas piedras han muerto, y, en vez de éstas, sólo recuerdos quedan. Recuerdos, empero, como resumiendo, o por lo menos simbolizando, toda aquella época.

►-En Valladolid se celebró, curiosamente medio a escondidas, los esponsales de Fernando, quinto del nombre, de Aragón, e Ysabel, primera del nombre, de Castilla, los tan famosos Reyes Católicos.

►-En Valladolid murió Cristóbal Colón, a no ser que haya sido Salvadôr Gonçalves Zarco - siempre esa fantasmal duda con sus cautivantes, hasta persuasivos argumentos, especialmente las transliteraciones hebreas que no es claro cómo se podría falsificar.

Murió, el épico Gran Almirante y alguna vez Virrey, no se sabe exactamente cuándo; el 20 ó el 21 de mayo, según las fuentes, de 1506; lo que, con todo, es mucho más exacto que la incógnita de su fecha de nacimiento que fluctúa sobre años. Murió, el épico Gran Almirante de la Mar Océana y Virrey también, no se sabe exactamente dónde; cuenta la tradición - una sorprendente fuente de información para el fallecimiento de semejante personaje - que en una modesta casa del barrio de la Magdalena; lo que, con todo, es mucho más exacto que la incógnita de su lugar de nacimiento que divaga, en el mejor caso, de villa en villa, y en el peor caso, de país en país. Murió, el Gran Almirante, de amargura, de agotamiento, de enfermedad. En sus últimos meses ya ni era capaz de montar a caballo para sus desplazamientos, solamente a lomo de burro; pero primero había tenido que pedir licencia real porque estaba prohibido andar a burro; solamente a caballo era permitido andar.

Un último pensamiento, una última pregunta.

¿Hubiese sido humanamente posible que Colón, con rasgos de carácter, de intelecto, de personalidad, de visión, adicionales a los que tenía, hubiese logrado impedir que los tremendos frutos de su tropezón se le escabulliesen >>>>>>>>