hacerlo, en pequeña parte, artificialmente para ellos; este es el limitado propósito de tales criaderos.
A juzgar por éste, funcionan así.
º> A un costado de la represa, hay lo que aquí llaman una "ladera-para-peces"
- pero que es mejor llamar, por lo que hemos visto, "rápidos artificiales" - para que, por allí, suban los salmones, que es su instinto natural, en su migración desde el mar río arriba.
º> Al llegar a la parte superior de estos rápidos artificiales, los salmones quedan atrapados en un estanque; en este caso, a razón de unos 70.000 a 80.000 ejemplares de diferentes tipos de salmones por año.
º> Se los guarda en piscinas de espera hasta que se los vea listos para la reproducción.
º> Eventualmente, se los pasa a tanques con un producto anestético donde, después de tres a cinco minutos, se quedan sin sentido.
º> Se los mata y se les saca, los huevos a las hembras y la lecha a los machos; a las hembras, antes de abrirlas para sacarles los huevos, se les corta la cola para que se desangren, para evitar la contaminación de los huevos por la sangre cuando se les abre la barriga.
º> Luego, se mezcla los huevos con la lecha, a mano en un balde.
º> Luego, se pasa los huevos así fertilizados a incubadoras con agua siempre corriendo, siempre a una temperatura de 10 grados centígrados - lo que aquí siguen midiendo en sus imposibles grados Fahrenheit. En 50 a 60 días, nacen los salmoncitos, no más gruesos que un talluelo de pasto, y provistos de una bolsa más grande que ellos mismos con todas las provisiones nutritivas que necesitarán durante el primer período de su vida.
º> Cuando se les termina esta provisión alimenticia natural, hay que pasarlos a grandes tanques de cemento al aire libre donde se los guarda de cinco meses a un año y medio, según los tipos de salmón.
º> Entonces, se larga los nuevos salmones al río debajo de la represa - de donde bajarán a la mar; donde se quedarán entre medio año y cuatro años y medio, según el tipo; antes de regresar, y subir, a su vez, por el río y los rápidos artificiales, de seductora entrada y fatal desenlace, para ser atrapados, a su vez, en los tanques sin salida; y así sigue el ciclo.
En este criadero, incuban aproximadamente 34 millones de huevos por año, y producen aproximadamente 15 millones de salmones aptos para ser largados al río. Serán cantidades grandes, pero los paraborígenes, antes de la invasión >>>>>>>>