Y tal mente inquisitiva puede detectar cosas bien curiosas - como consecuencia, y peligro, de la utilización de materiales reciclados.
Por ejemplo, hay una columna con muy elegantes surcos longitudinales. Tiene muy a la vista un remiendo, de un pedazo de sí misma colocado y pegado de vuelta en el sitio de donde algún golpe lo hizo saltar. Salvo la unión, que no se puede esconder, todo perfecto. Pero - el espíritu inquisitivo que trae una linterna de bolsillo y alumbra las estrías tangencialmente ve con divertida sorpresa, como agarrando alguien in fragranti, que la piedra de la columna es translúcida y que la piedra del remiendo no lo es. Ahá. La piedra de la columna es alabastro, y la piedra del remiendo, si bien perfectamente a tono visual con el alabastro, no es alabastro. Un poco como ciertos bultos de momias egipcias que parecen contener todo un cuerpo pero que, con rayos X, se ve que contienen sólo parte de un cuerpo.
Y tal mente inquisitiva puede enterarse de otro rasgo insólito: aproximadamente ochenta motivos geométricos y florales de "origen sirio" sobre madera de pino de ... Canadá; lo que, naturalmente, delata "restauración", eufemismo por reconstrucción.
Hablando de "restauraciones", varias están en curso ahora mismo, quién sabe con qué filosofía: ¿rejuvenecer todos los rasgos acumulados durante los siglos hasta ahora, o restaurar las características originales, o agregar más antojos de tal o cual prelato?
Hablando de "restauraciones", a nuestro modo de ver, una "restauración" tendría que, principalmente, devolver robustez, si necesario - compensar una severa erosión, un muy severo derrumbe - pero siempre guardar las arrugas, la patina de los siglos; porque ponerle cara nuevita a antigüedades como si fueran recién inauguradas sería atroz. Y por lo que vimos, por lo menos algunas de las "restauraciones" en Córdoba son atroces. Tenemos fotografías para demostrarlo. Y algunas "restauraciones", tenemos la sospecha, son falsificaciones, como el siguiente caso.
Una de las restauraciones en la mezquita está en curso en algunos arcos en un rincón fuera de vista de los turistas - no es que los turistas tengan prohibición de mirar, podrían mirar si quisieran, pero como los guías no les dicen "miren", no miran - y tenemos la impresión de que estos arcos, originalmente bicolores por alternación de dovelas de piedra caliza y de ladrillos, los "restauran" como un monolito de cemento que luego revisten y pintan, no estamos seguros, del bicromatismo de rigor.
Comentarios finales respecto a la mezquita-catedral.
+ Se entiende mejor, o simplemente se entiende, el extraño ambiente, que es la verdadera personalidad, de esta mezquita - mezquita que parece, más que un amplio edificio, una amplia plaza cubierta de un techo que necesita todas las columnas - si se considera la mezquita no únicamente como un santuario de >>>>>>>>