¬ No se conoce las aventuras de esta expedición, pero es en esa época que aparecen en el valle de México dibujos de figuras con tez oscura, barba y cabello negros, en vestimenta blanca. (A no confundir con las terracotas negroides, las que abarcan muchos siglos.)
¬ Expedición mencionada no sólo en la tradición mali sino también en documentos árabes en El Cairo. Las crónicas árabes citan la información dada al gobernador de El Cairo por el medio-hermano de Abubacari II, Cancan Musa, en oportunidad de su famoso peregrinaje a la Meca en 1324, con tantas ofrendas de oro, llevadas en 80 a 100 camellos con unos 140 kilogramos por camello, que el precio del oro se derrumbó entre diez y veinticinco por ciento, y tardó doce años en recuperarse.
¬ Claro que semejante expedición desencadena el escepticismo en cuanto al nivel tanto de las construcciones navales como de la habilidad navegacional de Africa negra en esa época; y desencadena el prejuicio de que el nivel era primitivo si no peor.
Pero, al contrario. Africa negra estaba protegida del marasmo europeo por la cultura árabe. La vida marítima de Africa negra era heredera, por conducto de los Arabes, de los conocimientos de los antiguos Egipcios y Canaánitas, conocimientos superiores a aquellos de los Españoles. Así, la vela latina, utilizada más tarde por Colón, le vino a Colón, por intermedio de los Portugueses, de los Arabes. El astrolabio, originalmente inventado por los Griegos antiguos, y olvidado, como tantas otras cosas, por la Europa del Obscurantismo, fue reintroducido por los Arabes. Y los Africanos, navegando en las arenas del Sáhara, estaban acostumbrados a guiarse por las estrellas.