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verdad. Por ejemplo, nos paramos en un lugar donde, en otros tiempos, había rápidos donde los paraborígenes se juntaban para pescar y para efectuar rituales, pero de rituales, pesca, paraborígenes y rápidos no hay más: todo desapareció con el subir de las aguas cuando se cerraron las compuertas de una de las tantas represas que doman, se podría decir castran, este río.

Más exactamente, hay doce represas; algunas, gigantescas, como la de Bonneville, la más aguas abajo, y que pensamos visitar mañana, por un criadero de salmones que tiene anexo, o como la de Grand Coulee - pronunciado no a la francesa, Cule, sino a la inglesa, Culi - la más aguas arriba, y que también pensamos visitar en su oportunidad, porque allí le tocó al río encontrarse en el centro de una gran catástrofe geológica - pero esta segunda visita será recién cuando regresemos del Artico, si Dios quiere.

Estas doce represas, en la parte vespucciana del río. Y hay cinco represas más, en la parte canadiense. Diecisiete represas, una tras la otra.

Vamos a ver si nos podremos comprar otro salmón en la costa. Podría resultar no muy fácil porque, en el año 1973, los paraborígenes lograron darle fuerza jurídica a un viejo tratado con los Blancos, por el cual tenían, y tienen, derecho al 50/oo de toda la pesca anual de salmones, por lo que, naturalmente, desde el fallo judicial, los Blancos se quedaron con solamente 50/oo de lo que pescaban antes.

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Parece que siempre se aprende algo nuevo escuchando la radio, por lo general, no dentro de lo agradable.

Por ejemplo, esta mañana, mientras nos desayunábamos, nos enteramos de que el jueves venidero, al pasar nosotros por Brementon, en camino hacia Seattle, también llegará allí el sumergible nuclear Trident, orgullosamente capaz de destruir, con solamente los proyectiles que puede almacenar a bordo, todas las ciudades mayores de la Unión Soviética. Sería una lástima tener semejante maravilla y no utilizarla algún día, recibiendo, naturalmente, otro tanto en retorno. En lo que antecede, se nota la falta que hace - al lado de los puntos de exclamación, de los puntos de interrogación, y otros signos en el arsenal de la puntuación - de un punto de amarga ironía.

Por otro ejemplo, cuánto hace que mencionamos la atrofia progresiva del espíritu de iniciativa y de auto-protección de la gente en una sociedad sobre-regulada?

Pues, otra noticia radial parece ilustrar el tema. Resulta que cuatro individuos irrumpieron en un bar y ahí no más, en la mesa de billar, violaron >>>>>>>>