español english français česky

temor permanente de ser atacados por los indígenas - uno de los Españoles, de hecho, resultando matado de un flechazo; y si más no fueron matados, fue por una razón que sólo los paraborígenes conocen porque los paraborígenes los podrían haber matado hasta el último.

37- Una tarde, habiendo cruzado otro brazo de mar, como siempre de a pocos en el barquito de remos haciendo de transbordador, y habiendo caminado por la otra ribera, se dieron cuenta de que, en realidad, estaban en una isla. Decidieron pernoctar ahí.  Pero, al día siguiente, les esperaba una sorpresa.

38- Amanecieron con que el barquito y sus cuatro hombres habían desaparecido. Estaban, Nicuesa y sus hombres remanentes, sin recursos en la isla - ni siquiera agua potable había.

39- Decidieron construir una balsa con madera de deriva; y como no tenían cómo hacer remos, la balsa no era para montarse en ella sino para asirse de ella y nadar. Pero no. La corriente los llevó al mar y tuvieron que salvarse nadando, sin la balsa, a la isla.

40- Varias otras balsas construyeron, pero siempre con el mismo resultado.

41- Así pasaron días y semanas; y cada día alguien moría.

42- Hasta que, un día ... un velaje en el horizonte - y no pasando de largo sino viniendo directamente hacia ellos ...

43- Era uno de los bergantines desaparecidos en la noche de tormenta.

Se enteraron los isleños salvados de que los cuatro hombres del barquito de remos desaparecidos de la isla no habían desertado sino que habían decidido, durante la noche, que había que buscar socorro no hacia el oeste, como lo hacía Diego de Nicuesa, sino hacia el este, donde tendrían que estar los navíos desaparecidos durante aquella tormenta - idea que no se habían atrevido a consultar con Nicuesa para no arriesgar su oposición. Y los eventos les habían dado la razón: a los pocos días, avistaron los barcos desaparecidos - bueno, sus restos - a orilla del río Belén (el mismo sitio donde Colón, en su cuarto viaje, había tenido sus grandes esperanzas de oro, sus desastrosos problemas con los autóctonos, otros problemas, y su retirada y desánimo finales).

44- Es que, del punto de vista de los barcos desaparecidos, el planteo de la situación después de aquella noche de tormenta había sido que había sido la carabela de Nicuesa que había desaparecido. Parecería que Lope de Olano, lugarteniente de Nicuesa, había aprovechado la separación de los navíos para dar la nave de Nicuesa por desaparecida y para arrogarse él el mando de la expedición.

45- Así llegó Olano a la desembocadura del río Belén. Pero sus barcos estaban tan dañados que decidió desarmarlos y utilizar los maderos para construir >>>>>>>>