Domingo colocado en una base sólida, hay la noción de postrer descanso eterno, según la sosegadora fórmula habitual, mientras que aquí, en Sevilla, estando el féretro permanentemente llevado por sus cuatro anderos y así expuesto por todos los lados, incluso y especialmente, su fondo, a la vista del público, estos pobres huesos parecen denegados su descanso eterno y condenados más bien a un eterno desasosiego.

El féretro de Colón (véase el en Santo Domingo, en página 2956)

De todos modos, está realmente en pie el macabro desafío de los dos esqueletos candidatos a Cristóbal Colón. Mientras, en Quisqueya, los Dominicanos están convencidos, según allí escuchamos, de que aquellos huesos son el auténtico Cristóbal Colón, glorioso Almirante de la Mar Océana, Descubridor de América, aquí, en la catedral, se sigue jurando a los turistas que estos huesos en el féretro en los hombros de las cuatro estatuas son el auténtico Cristóbal Colón, glorioso Almirante de la Mar Océana, Descubridor de América.

Sin embargo aprendimos, más con divertido deleite que con reverencia intelectual - como no podría ser de otra manera en la resolución de la tensión de un drama, aparentemente irreductible, en inesperado, feliz y melodramático desenlace - que los dos esqueletos, si bien anteriormente tenían razones para desafiarse, ahora pueden convivir - si nos podemos permitir semejante incongruencia - en concordia y paz, como dos hermanos mellizos; ello, gracias a un "último dictamen" de los expertos en la materia. Ojo, aquí viene el melodrama. Ultimo dictamen de los expertos: cuando se trajo los restos de Colón de Santo Domingo a Sevilla, fueron inadvertidamente mezclados con otros restos, de manera que ahora ... hay parte de los huesos del verdadero Cristóbal Colón igualmente en Santo Domingo y en Sevilla ...

Así terminaría el ciclo de los cinco viajes - no cuatro, cinco - viajes de Cristóbal Colón a América y vuelta. Repitiendo y ampliando lo ya anotado anteriormente,

Viaje I     zarpó, un visionario; regresó, un héroe
Viaje II    tuvo que justificarse
Viaje III   regresó en cadenas
Viaje IV    sufrió ignominia de principio a fin
Viaje V     lo hizo en cajón, otra vez un héroe.

Increíble, el destino de ese hombre, Cristóbal Colón, Salvadôr Gonçalves Zarco, u otra cosa, quizás la más conocida entre todas las personalidades cumbres de la humanidad, y sin embargo tan totalmente perdida en complejos misterios, desde cuna ... y antes - a mausoleo ... y después.

* Ampliando nuestros horizontes, en Sevilla también

→→ se dio despedida al primer viaje auténtico de Amerigo Vespucci, en 1499, en plena confusión creada por la arribada de Colón a Guanahaní ni siquiera siete años antes, en 1492, y mientras Colón estaba en su tercer viaje; ocurriendo la >>>>>>>>