Otra prueba de seriedad: el astuto decodificador tuvo la inquietud, de ir al convento que le indicaban sus transliteraciones - convento de Nossa Senhora dos Remedios de Lisboa - y de pedir permiso para excavar en el lugar indicado por sus transliteraciones - "dentro de la pared del claustro de la cisterna, a mano derecha de quien mira la entrada del refectorio"; y - salvo que todo sea patológica mentira - encontró el hueco, claro que sin los pergaminos; hueco que parecería prueba lo suficientemente palpable, para los mortales quienes no manejan latín, ni hebreo, ni transliteraciones, de que algo debe de ser cierto en estos rincones prohibidos de la Historia.
>- El virtuosismo criptográfico florece dentro de la propia fecha; y consiste, por parte del decodificador, en haber detectado, y por parte de - ¿será pues Colón/Zarco y Eanes de Sá?, en haber encifrado, dentro de tan estrechos límites, tres perspectivas, y la confluencia de estas tres perspectivas en un mensaje global.
→→ Perspectiva 1) Los dos puntos internos de la fecha.
O sea, por una parte, en substitución del primer punto, las letras hebreas tav y cof, elegidas por su valor numérico (400+100) en reemplazo de la D romana (500), y por otra parte, en substitución del segundo punto, las letras hebreas caf, lámed y nun, elegidas por su valor numérico (20+30+50) en reemplazo de la letra C romana (100).
Estas cinco letras, y justamente en este orden,
si bien no forman palabras, ni siquiera una, tienen un sonido que dice "Retírate, Colón".
Fácil es sobresaltar ante la ofensa a la credulidad e inteligencia por semejante concocción de un chiflado. Pero fácil es convencerse de que ni chifladura ni ofensa hay, de que semejantes casos ocurren, y en otros idiomas también.
Por ejemplo, en la decodificación de un criptograma inglés, surgen las tres letras IOU; nada significan, ninguna palabra forman; y sin embargo, su valor fonético las decodifica; pronunciadas en voz alta, tienen un sonido que dice "I owe you", una fórmula, IOU, parte del vocabulario comercial de cada día entre deudores y acreedores. O, por ejemplo, un caso aún más corto, si bien más complejo, una letra y un numeral, K9, también en un criptograma inglés. Estos dos glifos nada significan, ninguna palabra forman; y sin embargo, su valor fonético los decodifica; pronunciadas en voz alta, tienen un sonido que dice "canine", una fórmula, K9, utilizada con toda seriedad por la policía en sus servicios de perros adiestrados.
Entonces, ¿por qué no "Retírate Colón" en forma fonética?