En su exterior, el libro, por su temática anunciada, no podía ser más respetable, académico, respetuoso: una galería de árboles genealógicos de las principales familias nobles del reino de Portugal, una genealogía por página.
En su interior, el libro, por su hechura y terminación, empero, no podía evitar que una sorprendida, para no decir inquieta, sospecha se insinuase, aquejado que estaba de imperfecciones de impresión y otras, como si, por alguna razón, hubiese sido manufacturado, sin los recursos de una imprenta normalmente equipada, quizás subrepticiamente.
Ah pero, ¡en su página del frontispicio!
Todo lo demás dejó de existir ante las extrañezas del frontispicio. Sospechas, unas tras las otras, imponiéndose, acumulándose; desafiantes - o quizás suplicando ser atendidas y aclaradas.
→ Empezando con la inhabitual última línea: "Con permiso de los Superiores", cuando la fórmula habitual sería "Con todas las licencias necesarias".
→ Subiendo a la extraordinaria penúltima línea, una fecha que se desespera por llamar la atención: "Anno M.CX.II".
→ Y más arriba: "En Nápoles". ¿Un libro en portugués y sobre un tema tan estrecho y tan estrechamente portugués, publicado en Nápoles?
→ Y más arriba: "Zarco y Colona". ¡Qué extraña coincidencia, esos dos apellidos, uno, tal cual, el otro, apenas disfrazado, en un mismo lugar, una misma línea!
Irresistible para un descifrador astuto.
Empezando con la fecha.
"Anno M.CX.II". Con el expreso cuidado, en el original, que nosotros vimos en fotocopia, de utilizar para los dos puntos internos de la fecha un tamaño más chico, diferente de un punto final, por si a alguien le pudiese no ser evidente al instante que los dos puntos internos no son puntuaciones sino substituciones de letras, en este caso de numerales romanos, omitidos.
La substitución es, pues, evidente. Y, siendo también evidente, por evidencias circunstanciales, que el libro había sido publicado en las postrimerías del siglo XVII, fue fácil encontrar las letras-números substituidas: una D y una C , dando la fecha completa MDCXCII, M-DC-XC-II, 1692.
Mayor cogitación fue necesaria para dar con el porqué de la substitución/obliteración de esos dos numerales por puntos cuando, por otra parte, esos dos numerales son tan inevitablemente evidentes. Precisamente por >>>>>>>>