Lo que sí comprobamos nosotros, haciendo de cabras por la ladera, es la presencia de cuevitas, a veces apenas suficientes para entrar a gatas, a veces con el vano natural reducido a un vano de puerta de cucha; y a veces provistas, contra una parte de la pared, con un angosto banco de piedra que podría ser de dormir; lo que nos hizo acordar de aquella excepcional ruina maya, no ceremonial sino habitacional - creemos que en Copán fue - con similares bancos de mampostería construidos contra una pared sobre una inordinaria proporción de las pequeñas habitaciones.

El vano de entrada de una de estas cuevitas fue utilizado como centro de un mosaico todo alrededor sobre la faz de la roca. Otra cuevita tiene una ermita contigua. También hay una ermita sin cueva, por lo menos a la vista. Y también creemos haber visto uno o dos montículos de piedras que parecen más un derrumbe de algo edificado que un desmoronamiento de ladera.

Aquí nos vamos a quedar una segunda noche.

Oh, P.S. Naturalmente, no poca fue nuestra curiosidad en cuanto a qué conexión, qué relación, puede haber entre escritura china, una Fundación del Oriente, y este ex-monasterio aquí, fundado en 1542. Se nos explicó que la combinación de chino y portugués se debe a que la Fundación tiene su origen en Macao (el mismo antiguo Macao portugués en la costa china cuya influencia artística nosotros contemplamos en Brasil); y, de paso, que el propósito de la Fundación es la preservación, con restauración previa si necesario, de sitios históricos; y se nos explicó que es lo que la Fundación hacía en Macao - pero que, por el convenio de retorno de Macao, del gobierno portugués al gobierno chino, había decidido expanderse, si no expatriarse, a zonas con menos incertidumbres, por lo que había comprado este monasterio, lo había restaurado, y tenía proyectado asimismo restaurar las ermitas en la ladera.

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No; es una pena irnos así, con los vacíos en la concatenación del monasterio. En Setúbal tiene que haber un museo de arqueología, antropología, historia, etnología, de algo; y tendría que saber algo.  Ahí vamos.

Sí, hay museo, museo de arqueología. Pero, consternación de consternación, nos sentimos rejuvenecidos de varios años, a los tiempos aquellos cuando tropezábamos en ciertos países de América Ibérica con museos cerrados el día cuando más gente tendría el tiempo de visitarlos, los domingos, y cuando pensábamos que semejante barbaridad no podría ocurrir en un museo civilizado: hoy, este museo en civilizada Europa está cerrado por ser domingo, impidiendo, o será para impedir, que gente trabajadora pueda tener esparcimientos culturales; y mañana estará cerrado por ser lunes.