Y ni sabíamos si era un descubrimiento y recorrido monocefálico o bicefálico, por un solo personaje con un apellido doble formado, como suele ocurrir, por la combinación de los apellidos de padre y madre, o por dos personajes, un Martins y un Maldonado.
/\ Se imponía una pesquisa.
Empezando con libros de referencias. Nada por ningún lado salvo - por lo menos algo - en una enciclopedia portuguesa, una escueta mención, de cinco o seis líneas, bajo el nombre de João Martins, sin el Maldonado.
La cual mención, por una parte, en cuanto al apellido, nada nos aclaró porque tanto podía ser la forma acortada y menos formal del apellido doble completo de un solo personaje, como podía ser el apellido completo de un solo personaje, siendo el segundo apellido, entonces, de otro personaje, compañero del primero.
La cual mención, por otra parte, en cuanto al sorprendente recorrido por el Paso Norte en 1588, tampoco nada concreto nos aportó, solamente mencionando que se trata de un navegante portugués cuyas actividades están envueltas en legendas, y además, maculadas por la mala reputación del individuo en cuanto a su probidad.
Y la cual mención, además y por colmo, no coincide, en la fecha que da, el siglo XV, con el 1588 de nuestra referencia original.
Todo cuanto, por lo menos, nos confirmó que la primera referencia a un recorrido del Paso Norte en fecha escandalosamente temprana no era una total chifladura aislada, sino que algo había, y nos agudizó la curiosidad en cuanto a qué era ese algo.
Más búsqueda.
Con confianza siempre menguando. Hasta dar con una visión, como un oasis que ya no se esperaba encontrar en un desierto. Un artículo, sin mucha información, pero una fundamental: João Martins y Maldonado no era un apellido doble de una sola persona sino que eran dos apellidos, uno, João Martins, y uno, Lorenzo Ferrer Maldonado.
Con este dato, y ya que nada habíamos podido encontrar centrado en Martins, buscamos bajo Maldonado. Y encontramos. Y bastante. Y suculento. Un bando cien por cien contra Maldonado, sin una palabra atenuante, asiendo cualquier argumento al alcance de la mano para demolerlo y su supuesto viaje por el Paso Norte en 1588; un bando cien por cien a favor de Maldonado y su recorrido del Paso Norte en 1588, sin una palabra discordante, levantando una valla de argumentos en su defensa; y una sola persona con un enfoque equilibrado entre plausibilidades e implausibilidades.
El tema, a más de su elusividad propia, padece de dificultades periferales.